Y terminó el nefasto y horrible año 2.020 y comienza el nuevo 2.021, en
escenario pandémico, con el anuncio de que con toda probabilidad,
inexorablemente, la nueva ola del coronavirus está aquí. La numeración se
dirime entre la cuarta ola para el caso de Aragón y la tercera para el
conjunto del país.
Y así, la Consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, manifestó a los
medios de comunicación en rueda de prensa del sábado día 3 de enero
2021, que la última semana había sido “devastadora” por el incremento de
todos los parámetros: contagios, incidencia acumulada, ingresos
hospitalarios y fallecimientos. Afirmó la Señora Consejera que la cuarta
ola, la esperaban pasada la primera semana de enero y no antes, por lo que
de manera inmediata, debían de volver a endurecer las medidas aplicadas
en Aragón, pasando de Nivel de Alerta 3 Flexibilizada a Nivel de Alerta 3
Agravada, con efectos a partir del próximo día 4 de enero de 2021.
A fecha de la redacción del presente escrito en la noche del 3 enero 2021,
no hay publicación alguna en Boletín Oficial de Aragón sobre las citadas
medidas, y esto es un problema, pues ante la advertencia de que la entrada
en vigor se produciría el lunes día 4, no son pocos los negocios hosteleros
que han estado adecuando sus locales y terrazas a fin de cumplir con la
anunciada norma. Seguridad jurídica, se llama.
Tarde y mal.
En plena vorágine de la vacunación que tanta expectación ha causado,
más lenta de lo que preveían; la maligna cepa británica, mucho más
infecciosa; y la cuarta ola que no ha cumplido con el calendario
gubernamental pues se ha adelantado, tenemos como resultado un
enero incierto que se vislumbra como pavoroso en palabras de
médicos, sanitarios y trabajadores de nuestros hospitales.
La planificación: tarde y mal.
Tras la laxitud de las medidas con el fin de “Salvar la Navidad”, ahora hay
que volver a las restricciones y al comprobar que la “ola” se ha adelantado
una semana, no hay más remedio que apelar a la responsabilidad
individual, una vez más.
Realmente, no se podía haber previsto que durante la última semana de
diciembre y primeros días de enero se produciría un incremento de
contagios a la vista de los días de Nochebuena y Navidad?
Ciertamente, no se podía haber previsto que el hecho de tener días festivos
salpicando tres semanas consecutivas (Nochebuena-Navidad en la primera
semana, Nochevieja-Año Nuevo en la segunda semana, Reyes en la tercera
semana) seguramente produciría un incremento en infecciones en un breve
espacio de tiempo?
Sinceramente, no se podía haber previsto la expansión de la cepa británica
en nuestro país, siendo que el 19 de diciembre Boris Johnson informó del
confinamiento de Londres y del sureste de Inglaterra, teniendo en cuenta la
gran frecuencia de aviones y ferries entre nuestros países, a salvo, la
proximidad de Gibraltar y la interactuación con el peñón ?
Verdaderamente, nuestros gobiernos autonómico y estatal no habían
podido prever nada de todo esto?.
El reconocimiento de que la nueva ola ha llegado a Aragón antes de lo
previsto y la invocación a la responsabilidad individual, así lo acreditan.
El artículo 43.1 de la Constitución española garantiza el derecho a la
protección de la salud para todos los españoles. Asimismo, el artículo
43.2 informa que son los poderes públicos los competentes para
organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y
de las prestaciones y servicios necesarios.
Para establecer medidas preventivas hay que tener la capacidad de prever.
Y a fecha de 3 de enero de 2021 yo me pregunto ¿tan difícil era prever la
situación actual?
Marta Lázaro Oliván – Abogada