Decepción en La Romareda: El Real Zaragoza queda eliminado en los penaltis ante el Granada
Otra noche amarga en La Romareda. El Real Zaragoza ha dicho adiós a la Copa del Rey tras caer eliminado en los penaltis ante el Granada (2(4)-2(5)). Fue un partido intenso, con alternativas, pero que dejó una sensación de oportunidad perdida. Una vez más, el equipo no fue capaz de dar ese paso adelante que la afición lleva años esperando, y la eliminación deja un sabor amargo en el zaragocismo.
El encuentro comenzó de forma ilusionante, con un gol de Adu Ares en el minuto 18 que parecía el inicio de una noche mágica. Pero poco duró la alegría. El Granada, un equipo que tampoco mostró un nivel superior, empató gracias a Weissman y aprovechó un error garrafal de Clemente, que marcó en propia puerta. Ese gol fue un jarro de agua fría, pero Adu Ares volvió a dar vida con un golazo antes del descanso, igualando el marcador.
Hasta ahí, el equipo había respondido con coraje, pero en la segunda parte y la prórroga se volvió a caer en los mismos errores de siempre: falta de claridad en ataque, pérdidas absurdas y una sensación de impotencia que parecía que solo podía acabar en tragedia. Las oportunidades estuvieron ahí, pero ni Keidi Bare, ni Liso, ni nadie tuvo la calma necesaria para definir.
Y llegamos a los penaltis, donde el Zaragoza terminó de sucumbir. Francho, Calero y Luna cumplieron, pero Clemente y Aitor Mañas fallaron. De nuevo, los pequeños detalles decantaron la balanza, y el Granada, sin hacer demasiado, se llevó la clasificación.
Lo más preocupante no es solo la eliminación, sino que este equipo sigue sin transmitir confianza. Se lucha, sí, pero no basta con la garra; faltan ideas, faltan líderes y falta contundencia en momentos clave. La Copa del Rey era una oportunidad para ilusionar a la afición y dar un golpe de moral, pero ahora todo se queda en un nuevo capítulo de decepción.
La Romareda no se merece esto. La afición, que siempre está ahí, vuelve a marcharse con el corazón roto y la sensación de que este proyecto sigue sin estar a la altura. Queda centrarse en la liga, pero la paciencia de la grada tiene un límite.
Mucho que reflexionar, mucho que mejorar. El Real Zaragoza necesita despertar ya, porque noches como esta no hacen más que alejarnos de lo que realmente queremos ser.