«No soy nadie para pedir nada. Es tiempo de demostrar, de contagiar de dentro para fuera, sumar los tres puntos, trabajar y sacar esto adelante». Así de rotundo se mostró Paulo Pezzolano en su intervención previa al partido del sábado 9 de marzo ante el Real Zaragoza, en Zorrilla, un duelo en el que «demostrar ese hambre y ganas».
Reconoció el míster que en Andorra «no hicimos buen partido, teníamos que haber ganado» aunque ahora, con cosas a mejorar, toca pensar «en lo que viene, el partido en casa hay que ganarlo». «Es un buen equipo, buenos jugadores, otro club con historia, pero nos enfocamos en nosotros, estamos en casa y somos el Real Valladolid. Sabemos que es un equipo con buenas transiciones, va por fuera y mete pelotas al área, nosotros a lo nuestro, a demostrar hambre, intensidad, y las ganas que tenemos de sacar esto adelante, somos un equipo muy fuerte en casa y hay que seguir a ese ritmo, se van acercando los momentos que se decide el campeonato y tenemos que demostrar que somos un equipo duro y vamos a mejorar detalles» reiteró el técnico blanquivioleta sobre el duelo de esta jornada 30.
Entre los aspectos a mejorar, señaló el uruguayo que «hay millones de detalles sobre los que tengo que asumir la responsabilidad», muchas «cosas que aprender, pasar raya y demostrar en el próximo partido el equipo que somos, viene un gran rival». Y cargó sobre su espalda la última derrota: «La culpa la tengo yo. Los jugadores lo están haciendo notable, cómo entrenan, cómo juegan, hacen un excelente trabajo, creo mucho en ellos porque veo cómo se entregan al cien por cien cada día».
Por último, Pezzolano fue claro al considerar que «cuando las cosas van mal yo estaría pitándome desde arriba, hoy pitaría de nuevo, perdimos un partido que no podíamos perder y el resultado te cambia la imagen».