El Real Zaragoza estuvo cerca de incorporar a Jim como nuevo entrenador, pero finalmente la operación no se concretó. A lo largo de la última semana, la posibilidad de que Manolo Jiménez, conocido por su anterior paso por el club, tomara las riendas del equipo pareció tomar forma. Sin embargo, diversos factores y decisiones estratégicas han frenado la llegada del técnico sevillano.
Según fuentes cercanas al entorno de la dirección deportiva, las conversaciones con Jim se iniciaron a principios de la semana pasada. El técnico mostró interés y predisposición para asumir el reto de dirigir al equipo en un momento delicado. Jim, de hecho, empezó a planificar la composición de su cuerpo técnico y a estudiar la plantilla blanquilla. Pero el cambio de rumbo vino desde la propiedad.
La decisión final estuvo en manos de Mariano Aguilar, quien representa los intereses de la propiedad del club. Cansado de la gestión del anterior director deportivo y de los pobres resultados deportivos, Aguilar decidió intervenir directamente en la toma de decisiones. Fue el quien, a finales de semana, inició contactos con Gaby Fernández, exjugador del club y actual técnico cedido desde el Getafe.
Una operación marcada por los cambios internos
Mientras la dirección deportiva apostaba inicialmente por Jim, Aguilar optó por un camino diferente. Fuentes próximas al club indican que la propiedad quiere dar un giro profundo a la estructura deportiva y que esa reestructuración incluye la salida del director deportivo y el inicio de un nuevo proyecto con otros perfiles.
El caso de Jim se complicó aún más debido a las condiciones contractuales. Según la información disponible, Jim solicitaba un acuerdo para lo que resta de temporada y una ampliación de contrato por al menos una temporada más, algo que es habitual en entrenadores que asumen proyectos en momentos críticos. Sin embargo, la propiedad no estaba dispuesta a cerrar un proyecto a medio plazo sin contar antes con el nuevo director deportivo.
El factor Gaby Fernández
En este contexto, la figura de Gaby Fernández cobró fuerza. Con un perfil distinto al de Jim, la elección de Gaby responde a la intención de buscar un perfil más vinculado al zaragocismo y con conocimiento de la entidad. Aunque Gaby no cuenta con experiencia previa en la Segunda División como entrenador, su trayectoria como jugador en el club y su conexión con el Atlético de Madrid facilitaron la operación.
La fórmula encontrada para su llegada es singular: una cesión desde el Getafe, dado que Fernández ya había entrenado esta temporada en otro equipo. Esta vía ha permitido que el Real Zaragoza pueda contar con él pese a las limitaciones reglamentarias.
¿Qué sigue para el Real Zaragoza?
Con la elección de Gaby, la propiedad marca una línea clara de cara al futuro: cerrar la temporada con un perfil cercano al club y dejar la decisión del nuevo proyecto deportivo para el verano, cuando se incorpore un nuevo director deportivo.
El zaragocismo ha recibido la noticia con opiniones divididas. Parte de la afición considera que Jim hubiera sido una opción más experimentada para gestionar la presión de estas últimas jornadas. Otros, en cambio, valoran el regreso de un referente del club como Gaby.
Lo cierto es que las decisiones tomadas en los próximos meses marcarán no solo la suerte del equipo en esta temporada, sino la configuración de un proyecto que debe devolver la estabilidad y el impulso deportivo al Real Zaragoza. En unos meses sabremos si la elección fue acertada