Rodrigo San Miguel se mostraba afectado por su lesión en la mano que le dejará tres meses -aproximadamente- en el dique seco.
El base aragonés se mostraba apenado por las circunstancias que le impedirán estar con el equipo en este momento de la competición tan importante: “No es buen momento para seguir perdiendo jugadores cuando parecía que los recuperábamos. Son gajes del oficio, hay que aceptarlo y pensar en la recuperación para estar cuanto antes con los compañeros”, comentaba.
San Miguel recordó que durante el encuentro “fui consciente de la luxación pero en los minutos y horas posteriores las sensaciones eran buenas, no tenía mucho dolor y pensaba que se quedaría un esguince y estaría pronto con el grupo”, destacaba, si bien las pruebas realizadas con posterioridad y ser vistas “por varios profesionales”, desvelaron la magnitud de la situación: “tengo un ligamento dañado y hay que repararlo”, concluyó el base zaragozano.