Aragón plantea nuevas medidas como la reducción general de los aforos en lugares públicos o limitar las reuniones sociales a seis personas para frenar el ritmo de contagios
El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, y el director general de Asistencia Sanitaría, José María Abad, han comparecido este viernes por la tarde ante los medios de comunicación para analizar la situación de la evolución del coronavirus en Aragón.
Falo ha comenzado diciendo que el de hoy “no es un buen día”, ya que la Dirección General de Salud Pública detectó ayer 653 nuevos casos de coronavirus e Aragón. La distribución por provincias es la siguiente: 141 casos en Huesca, 76 en Teruel y 429 en Zaragoza. En 7 de los casos no consta provincia de procedencia. El 60% de los casos detectados son asintomáticos. “La incidencia que estamos teniendo durante las últimas semanas está denotando una amplia difusión del virus en todo territorio, ya que son muy pocas las zonas en Aragón que están por debajo de umbrales de 50 por 100.000 casos”, ha afirmado el director general.
Frente a la situación “de meseta” que Aragón ha vivido durante las últimas semanas se está experimentando un crecimiento que se corresponde con la media del resto del país, pero según ha apuntado Falo, “con algunos matices con respecto a lo que nos pasó en marzo o en agosto”. “En la primera ola tuvimos detección fundamentalmente de casos muy graves, porque no teníamos mayor capacidad de detección -solo detectábamos un 10% de lo que se estaba transmitiendo-, por lo que la situación no es comparable. Después, tuvimos una nueva subida en julio y agosto muy ligada a la vuelta al trabajo y a la recogida de fruta, que más tarde nos afectó a Zaragoza capital. No estamos en la misma situación que en agosto, estamos en una situación menos incidente”, ha explicado.
Concretamente, en Aragón la peor semana fue la 31, a principios de agosto, con 300 casos por 100.000 habitantes. En la actual semana, la Comunidad Autónoma ha alcanzado los 218 por 100.000 habitantes, y el patrón es diferente. «Mientras que en agosto la incidencia estuvo en Zaragoza capital, llegando a tener 414 casos por cada 100.000 habitantes, ahora se da el caso inverso y Zaragoza está por debajo de la media aragonesa, lo que viene a decir que la mayor transmisión está fuera de la capital”, ha apuntado el director general, quien ha añadido que en la medida en la que Zaragoza esté controlada, la capacidad de control aumenta.
En este sentido, Falo ha reconocido que las cifras de contagio en el mes de agosto eran “bastante peores” que en la actualidad, “y sin ayuda de nadie fuimos capaces de controlar la transmisión en Zaragoza, con medidas de distanciamiento social y con un esfuerzo en el rastreo. Ahora, la situación es complicada, pero con la experiencia de agosto podemos revertirla”, ha apuntado.
Frente a los datos de los últimos días y con el objetivo de frenar la transmisión, Falo ha anunciado que el Departamento de Sanidad se ha planteado intensificar las medidas de distanciamiento social, que se cerrarán a principios de semana, y en las que se reducirán aforos en prácticamente todas las actividades y las reuniones sociales podrán ser como máximo de seis personas.
Asimismo, Falo ha insistido en que “no se puede hablar ya de nueva normalidad porque hay que convivir con el virus y todo apunta a que van a ser semanas complicadas en las que vamos a tener que trabajar con las medidas de contención para poder hacer frente a esta crisis sanitaria”.
Ambos directores generales también han aprovechado para volver a hacer un llamamiento a la sociedad aragonesa a limitar los encuentros sociales al mínimo, trabajando con la idea de los grupos de burbuja o de convivencia y a reducir la movilidad a lo máximo posible. “Cuanta menos gente nos juntemos en nuestros ámbitos sociales, mayor será la contención del virus. Y todo ello, sin olvidar las normas básicas de higiene como el lavado de manos, el uso de geles y las mascarillas”, han dicho.
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