Lo que era un secreto a voces se ha confirmado. Darío Villagrasa, falto de apoyos, abandona la carrera por el liderazgo del socialismo aragonés antes siquiera de empezar. No se presenta y por lo tanto Pilar Alegría liderará, para regocijo de Pedro Sánchez, el PSOE en Aragón.
En los últimos días los apoyos de Darío se iban cayendo como fichas de dominó. La estocada definitiva fue el cambio de opinión de la portavoz en el Ayuntamiento, Lola Ranera, que respalda ahora a Alegría. Así las cosas, y sólo con aliados en Teruel, no había otra salida para evitar unas primarias de división y no “quemarse” más políticamente. En estos momentos la duda estriba en saber qué lugar ocupará a partir de ahora Villagrasa, joven y bien preparado activo del partido, bregado en las tareas de parlamentario en las Cortes.
De hecho, Darío Villagrasa era el único en toda España que se oponía a una candidata “sanchista”, y al final esto ha sido decisivo. La maquinaria de Ferraz es muy poderosa y se ha puesto como objetivo estratégico controlar federaciones como la aragonesa, la madrileña o la andaluza. Para ello Sánchez no ha dudado en confiar esa batalla a tres de sus ministros. En el único territorio que no ha podido hacerlo es en Castilla La Mancha donde Page sigue fuerte y con mayoría absoluta. El lambanismo queda derrotado en Aragón y se demuestra que la venganza se sirve, una vez más, en un plato frío.
Si no hay sorpresas ni un candidato alternativo al término del plazo para registrar precandidaturas el próximo lunes a las 12.00 horas, Pilar Alegría será proclamada secretaria general en ese momento,y sucederá a Javier Lambán en el PSOE de Aragón tras 13 años.
A partir de ahora el horizonte para Pilar Alegría es intentar arrebatar el Pignatelli al PP de Azcón. Será en 2027 o quién sabe si antes cuando se de esa batalla, dada la debilidad del gobierno desde la marcha de Vox. El adelanto electoral, según vayan las encuestas y la situación a nivel nacional, no es ni mucho menos descartable.
