El Plan de Atención Primaria y Comunitaria de Aragón 2022-2023 contará con una financiación de 20,2 millones de euros que le permitirá garantizar un sistema sanitario y una Atención Primaria de calidad que dé respuesta a las necesidades de la población actual a través de la mejora de la accesibilidad, el incremento de la calidad de la asistencia y de la capacidad de resolución de los centros de salud, la consolidación y estabilización del empleo y la promoción de la Atención Comunitaria.
La consejera de Sanidad, Sira Repollés; el responsable de Atención Primaria, Hospitalaria y Continuidad Asistencial, Javier Marzo; y Carmen Chaverri, coordinadora asistencial de Enfermería de la Dirección General de Asistencia Sanitaria, han presentado hoy el documento, con el que se pretende abordar una reforma estructural de este nivel asistencial. «La pandemia ha supuesto un estrés para el sistema sanitario. La Atención Primaria se ha podido readaptar a la situación pero es preciso realizar una reforma estructural de este nivel asistencial», ha explicado la consejera. «El plan está adaptado a las peculiaridades de Aragón, con una población envejecida, con enfermedades crónicas y muy dispersa», ha añadido.
Una de las principales líneas del plan es la reducción de la temporalidad y la flexibilización de la gestión del personal para situarla por debajo del 8% (actualmente se sitúa en el 13%). De este modo, con una oferta pública de empleo de 229 plazas de médicos de familia se podrán cubrir la mayoría de las plazas estructurales de la comunidad, dado que la contratación estable es la fórmula para asegurar las coberturas en el mundo rural. Cabe recordar, no obstante, que Aragón tiene el mejor dato de todo el país, en lo que respecta a la ratio de profesionales de Medicina por cada 1.000 habitantes, con 4,1.
En cuanto al aumento de la capacidad de resolución de problemas de salud por parte de los equipos de Atención Primaria, se definirá la cartera de servicios accesibles y la identificación de procedimientos a realizar, con la adquisición del equipamiento necesario y la formación específica para su uso. Está previsto un presupuesto de 3,4 millones de euros para la compra de equipos, entre ellos 70 ecógrafos, equipos de electrocardiograma, espirometría o dermatoscopios.
Reorganización de equipos
La reorganización de los equipos de Atención Primaria es otra de las líneas fundamentales del plan, con una redistribución de tareas y una apuesta por las especialidades de Enfermería. De este modo, se ha creado la categoría profesional de Enfermera Familiar y Comunitaria, con 106 plazas, y de Enfermera Pediátrica, que contará al final del plan con 142 plazas, en este último caso por la reconversión de plazas.
Asimismo, se continuarán promoviendo las consultas de alta resolución por enfermería (CARE) y las consultas monográficas de enfermería (deshabituación tabáquica, cirugía menor…), y se extenderá la implantación del modelo de uso, indicación y autorización de la dispensación de medicamentos y productos sanitarios por las enfermeras. El contrato programa incluirá como objetivo la puesta en marcha de estas consultas en todos los centros de salud.
«Hay que destacar el papel relevante de la enfermería comunitaria. Los nuevos perfiles nos permiten profundizar en determinadas competencias que favorecen la reorganización de los equipos», ha indicado Chaverri. «La atención domiciliaria será preferente en la atención a los mayores y se potenciará la importancia de los cuidados en las enfermedades crónicas», ha añadido.
También como novedad, en lo que se refiere a reforzar el modelo de dirección de Atención Primaria, se establecerá un nuevo modelo de selección y provisión de los coordinadores médicos y de enfermería de los centros, con un sistema similar al de las jefaturas de servicio hospitalarias.
Accesibilidad
En lo que se refiere a la mejora de la accesibilidad, se pondrán en marcha objetivos concretos, con tiempos de respuesta óptimos, primando la autonomía de los profesionales en la gestión de las agendas y la accesibilidad inmediata de problemas de salud no demorables. «Incorporaremos las nuevas modalidades de atención no presencial, estableciendo criterios de calidad de uso, como un complemento a la atención presencial, que siempre será fundamental», ha indicado Marzo.
Además, se crearán nuevos circuitos de gestión de la demanda, incorporando a más profesionales. «No todo lo tiene que atender el médico o el pediatra», ha apuntado Marzo.
Se reforzará asimismo la orientación comunitaria, la promoción de la salud y la prevención, con la recomendación de activos, la creación de estructuras y mecanismos de coordinación en salud comunitaria, la creación de una estrategia de formación en abordaje biopsicosocial y acción comunitaria y la definición de condicionantes sociales y del contexto familiar para incluir en la historia clínica.