¿Sensación de déjà vu con Txema Indias o cambio real?

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La llegada de Txema Indias al Real Zaragoza supone, sin duda, el pistoletazo de salida a una nueva etapa. Una etapa que, sin embargo, arranca con un discurso que ha dejado a muchos zaragocistas con sentimientos encontrados. El nuevo director deportivo se presentó con humildad, experiencia y una notable prudencia. Y aunque eso es, en sí mismo, un valor apreciable, también resulta inevitable preguntarse si estamos ante una nueva temporada de transición disfrazada de ilusión.

La presentación dejó frases que apelan a la lógica: «no podemos firmar delanteros de 25 goles», «la clave está en los bloques sólidos», «hay que fortalecer el sistema defensivo». Verdades incuestionables en la categoría de plata. Pero quizá el zaragocismo necesitaba algo más. No titulares vacíos, sino un mensaje que rompiera la resignación crónica que ha invadido La Romareda en los últimos años.

Y es que, por momentos, la intervención de Indias parecía más una justificación anticipada de lo que no va a poder hacer, que una exposición ilusionante de lo que sí pretende construir.

El debate generado en Café Con Goles es el reflejo de un aficionado que no quiere que le convenzan de que debe conformarse. La mención al estadio provisional —ese «campo de Lego» que no cambiará ni el carácter de los futbolistas ni la exigencia de la grada— sonó más a excusa preventiva que a argumento sólido. Y la indefinición sobre jugadores con bajo rendimiento dejó la puerta abierta a que “nos los tengamos que comer”.

Eso sí, hay que reconocerle a Indias coherencia y honestidad. No prometió lo que no puede garantizar. Señaló la importancia de la regularidad, de la mentalidad fuerte y de un equipo que defienda desde el primer delantero hasta el último central. Valoró su experiencia en el Leganés y dejó claro que llega a un sitio donde, por fin, siente que le quieren. No es poca cosa.

El zaragocismo está cansado de palabras. Y aunque respeta los procesos, también necesita hechos. Indias tiene una oportunidad preciosa para dejar huella, pero ya sabe que aquí el tiempo escasea. O convence con fichajes y resultados, o será uno más en la larga lista de transiciones frustradas. Ojalá, por fin, esta vez sea diferente.