Sin córneres ni tiros a puerta: análisis del naufragio blanquillo

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En el programa ¡Qué Me Estás Contando! de Antena Aragón, el análisis postpartido del Real Zaragoza tras su derrota por 1-0 ante el Elche estuvo marcado por la decepción y la preocupación. Cuco Barrachina, Quique Ortíz y José Benítez desmenuzaron una actuación que consideraron muy pobre, especialmente en ataque.

Cuco Barrachina abrió el debate con un contundente: “No vamos a ninguna parte”. Opinó que la puesta en escena de Miguel Ángel Ramírez fue «rancia y rácana», con un planteamiento conservador que no ofreció ninguna mejora respecto a la era de Víctor. Destacó, además, la falta de córneres y tiros a puerta como síntoma de un equipo que nunca generó peligro real.

Quique Ortíz reforzó esta postura al criticar la defensa de cinco utilizada por Ramírez, calificándola de “planteamiento rácano” que neutralizó cualquier intento ofensivo. Aunque reconoció cierto orden defensivo, subrayó la nula capacidad de creación y finalización del equipo. “No hemos tirado a puerta, y eso lo resume todo”, sentenció, señalando que ni los cambios en el tramo final aportaron soluciones.

José Benítez, por su parte, lamentó la falta de claridad táctica y acusó al entrenador de empeorar el rendimiento de algunos jugadores. Sin embargo, quiso ser optimista, confiando en que Ramírez pueda cambiar la dinámica a nivel táctico y emocional. “Esta plantilla tiene más potencial del que está mostrando”, añadió, aunque reconoció que el planteamiento defensivo excesivo fue un error.

La discusión se extendió a la rueda de prensa de Ramírez. Los tres se mostraron críticos con sus declaraciones, especialmente con su valoración positiva del orden defensivo y su afirmación de haber visto “una base para construir”. Para Barrachina y Ortíz, el mensaje del técnico parecía más enfocado en mantener la moral de la plantilla que en analizar objetivamente el partido.

Con la derrota, el Real Zaragoza sigue sin ofrecer señales de cambio bajo el nuevo técnico. Ahora, el encuentro frente al Tenerife se perfila como una prueba crucial para revertir una situación que amenaza con hundir al equipo en la mediocridad de la tabla. La afición, mientras tanto, sigue esperando un cambio tangible que le permita soñar con mejores resultados.