La parte trasera del Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, se ha vestido esta tarde con una enorme bandera aragonesa de cerca de 2.000 metros cuadrados. Este gesto simbólico ha marcado el inicio de un Día de San Jorge con un fuerte tono reivindicativo, en el que el Ejecutivo autonómico pretende lanzar un mensaje claro a favor de la igualdad entre todos los territorios.
El presidente de Aragón, Jorge Azcón, acompañado por los miembros de su Gobierno, ha participado en este evento ciudadano que rememora antiguas movilizaciones en defensa del autogobierno aragonés. En sus declaraciones, Azcón ha asegurado que “Aragón no se va a quedar de brazos cruzados ante los agravios” y ha insistido en que “los aragoneses no vamos a renunciar a lo que nos corresponde. No somos superiores, pero tampoco inferiores a nadie”.

El acto ha dado el pistoletazo de salida a los actos conmemorativos del 23 de abril con el despliegue de esta inmensa enseña aragonesa, elaborada a partir de nueve piezas de tela, cada una de 121 por 16 metros.
Además, la celebración ha contado con una emotiva gala bajo el título Aragón, tierra de jota, y la actuación conjunta de varios coros como Locos Amoenus, Miralbueno, María Guerrero, Enarmonía, Carmina Médicas y Tempo Giusto, quienes han interpretado el himno de Aragón ante un público entregado.
