Víctor Fernández expresó una gran preocupación por la derrota, calificándola de «inesperada» y señalando que el equipo no logró dominar ninguna de las dos áreas, lo que resultó determinante. Reconoció errores tanto defensivos como ofensivos, así como una falta de contundencia y oficio en momentos clave, incluyendo la jugada que llevó al penalti decisivo.
Ante preguntas sobre la reacción del equipo tras encajar un gol, Fernández atribuyó la falta de claridad a una mezcla de nerviosismo e impotencia, especialmente en los últimos minutos. Subrayó que, aunque su equipo manejó bien el balón y tuvo numerosas llegadas, no logró encontrar el último pase ni ser efectivo en las finalizaciones.
Sobre la dinámica reciente del equipo, el entrenador indicó que aún necesita tiempo para evaluar el impacto de esta derrota en la trayectoria general, aunque reconoció que no ser fuertes en casa es preocupante para alcanzar los objetivos.
Respecto a la lesión de Váltar, lamentó que se haya producido en un momento crucial, considerando que el jugador era clave por su desequilibrio en ataque. Aunque aún no hay diagnóstico definitivo, sugirió que su recuperación podría alargarse más allá de las vacaciones navideñas.
En cuanto al planteamiento táctico, Fernández admitió que las características del rival y la falta de espacios complicaron el rendimiento ofensivo, especialmente tras la lesión. No obstante, defendió sus decisiones respecto a los cambios, argumentando que no realizar los cinco disponibles no significa desconfianza en la plantilla, sino una respuesta a las necesidades del partido.
Finalmente, reconoció que al equipo le faltó chispa y claridad en ataque, aunque destacó algunos intentos prometedores en la primera mitad. Sin embargo, la falta de precisión y contundencia terminó siendo el factor decisivo.