Tiempo de análisis y reflexión tras una temporada que «ha sido durísima». Alberto Zapater ha comparecido esta mañana en rueda de prensa para hacer una valoración de una campaña en la que «hemos estado en muy mala situación pero, por suerte, y por el bien del zaragocismo, lo hemos sacado adelante y es para estar orgullosos».
«Estar así toda la temporada no es fácil -reflexionaba el capitán-. En el fútbol hay grandes desgracias, y luego está la exigencia de este Club. Desde principios de año salió todo torcido y no es fácil jugar tantas finales; ha habido días de dormir poco por lo que podría haber sucedido, es complicado el saber gestionar eso». En ese sentido, Zapater considera clave la llegada de Juan Ignacio Martínez al banquillo zaragocista, ya que «gracias a él la mentalidad cambió». «Supuso aire fresco, vino con muchísima ilusión, y eso nos lo transmitió -añadía el ejeano-. No hay ninguna duda de que gracias a él ha salido esto adelante, y creo que el cariño y respeto del zaragocismo se lo ha ganado para siempre».
Acerca de su aportación personal al equipo durante toda la temporada, y especialmente en el tramo final de competición, Zapater señalaba que «sigo jugando a fútbol porque estoy todos los días al pie del cañón, y eso me hizo estar preparado, relativamente, porque el que no juega es complicado, porque necesitas minutos y continuidad para tener confianza y ciertos automatismos que te dan los partidos». «Queda un partido y yo quiero jugarlo y ganarlo -continuaba el centrocampista-. Quiero competir, llevas una camiseta que tiene el peso que tiene y hay que estar a la altura, que durante el año no lo hemos estado».
Así lo ve un Zapater que se siente con fuerzas para continuar al pie del cañón la próxima temporada. «Tengo ilusión por jugar con gente en La Romareda, por ver la camiseta del próximo año, por que mis hijos sean conscientes de que me esfuerzo, me sacrifico y trabajo día a día de esos valores que transmito, por ser el tercer jugador con más partidos del Real Zaragoza…». «El fútbol es mi vida y el Real Zaragoza es mi vida, y soy un privilegiado de poder elegir. Estoy a disposición del Club y para lo que me necesiten estaré. He acabado la temporada disfrutando porque uno lo que quiere es jugar y ayudar, y si juego es porque creo que puedo ayudar. Lo dije también cuando no jugaba; yo me sentía preparado. Luego, ley de vida, y en el fútbol es lo que es, algún día llegará el momento de decir adiós», finalizaba.