Zapater sufre y trabaja. Trabaja y se esfuerza. A un nivel solo al alcance de fenómenos como el de las Cinco Villas. La tendinopatía del tendón rotuliano le trae por la calle de la amargura.
Sobre los plazos, Zapater, el pasado 6 de noviembre, dijo que «al final serán alrededor de tres o cuatro meses. Yo pienso en febrero o marzo. Querría volver a jugar este año y ayudar al equipo. Ese es mi objetivo».
Traducido, Alberto calculaba que en mes y medio o dos meses, estaría a disposición de Víctor, pero, en rueda de prensa, afirmó que «en lo de Zapater, no soy muy optimista en los plazos, pero ojalá se cumplan los tiempos de marzo porque es un chico que está haciendo un esfuerzo terrible». Mala pinta.