El Ayuntamiento de Zaragoza ha presentado un proyecto para la reforma integral del Coso y la Plaza de San Miguel, que busca convertir esta céntrica área en un espacio más accesible, sostenible y orientado al disfrute ciudadano. La propuesta abarca más de medio kilómetro del Casco Histórico, con una superficie total de 15.700 metros cuadrados y una inversión que podría superar los 9 millones de euros.
Un nuevo eje peatonal y verde
El proyecto contempla integrar el Coso como una prolongación natural del Paseo Independencia, con aceras más amplias, vegetación, bancos, fuentes y zonas de estancia. Aunque las dimensiones de las aceras serán variables debido a la irregularidad de la calle, se busca priorizar la accesibilidad y crear un corredor verde que conecte con la renovada Plaza de San Miguel.
En la plaza, se eliminarán las isletas actuales y se reorganizará la calzada para generar un espacio continuo con más zonas verdes, arbolado y elementos recreativos. Además, la actuación se extenderá a la calle San Miguel, que contará con una plataforma única para mejorar la conexión peatonal.
Materiales y diseño que respetan el entorno histórico
La transformación incluirá la utilización de materiales como el granito, en continuidad con el Paseo Independencia. La calzada se reducirá a un carril por sentido, y el carril bici existente será ampliado para reforzar la seguridad de los ciclistas.
Renovación de infraestructuras subterráneas
El proyecto también contempla una importante inversión en la renovación del subsuelo, donde se sustituirán las antiguas tuberías de agua potable y las redes de saneamiento. Estas infraestructuras presentan problemas frecuentes, incluyendo roturas y hundimientos, que han requerido reparaciones constantes en los últimos años.
Asimismo, se actualizará el sistema de alumbrado público con tecnología LED, lo que permitirá mejorar la iluminación de la zona y reducir el consumo energético.
Participación ciudadana y plazos
El diseño definitivo del proyecto se elaborará tras recoger las aportaciones del tejido vecinal y adaptarse a las necesidades de la ciudadanía. Se estima que las obras tengan una duración aproximada de año y medio, con una planificación que incluirá medidas para reorganizar la movilidad en el área afectada durante este periodo.
La propuesta busca transformar una de las áreas más emblemáticas de Zaragoza en un espacio más moderno, accesible y acorde con las demandas actuales, reforzando su papel como punto de encuentro y paseo en el centro de la ciudad.