La Sociedad Deportiva Huesca logró en la noche del miércoles lo que ningún equipo de LaLigaSmartBank había conseguido hasta ahora. Y lo hizo cuando más presión había y cuando los puntos eran más necesarios que nunca. Los azulgranas batieron a la AD Alcorcón con mucha agonía, gracias a los goles de Cristo y Okazaki en la primera mitad (2-1). Con otros tres puntos en el saco, la presión va ahora directa a sus rivales en la lucha por el ascenso. Lo que se aseguran los de Míchel es seguir una jornada más en ascenso directo. Y solo quedan tres.
El duelo en la noche oscense comenzó intensísimo, equilibrado y con la tensión propia de lo que había en juego. La efectividad local en la primera parte fue total: dos disparos, dos goles. El primero llegó en el minuto 20, gracia a un centro al área de Ferreiro que cedió de pecho Pulido hacia Cristo. El canario, de media volea, la enganchó con precisión allí donde Jiménez no podía llegar. Nueve minutos después, la mala fortuna se cebó con los azulgranas: un remate en el área de Mula pegó en Josué Sá, lo justo para convertir un disparo aparentemente poco peligroso en el momentáneo empate. El Huesca siguió intentándolo y encontró premio cuando más daño estaba haciendo el mazazo del empate. En la última jugada previa el descanso, un centro de Rico hacia Okazaki lo cabeceó el nipón a gol, el undécimo del curso.
El segundo periodo siguió siendo de alto voltaje. Las ocasiones, con cuentagotas, fueron cayendo poco a poco. Perea tuvo las más peligrosas de los visitantes, mientras que un disparo de Ferreiro al lateral de la red y un cabezazo del recién ingresado al campo Rafa Mir (desviado por Jiménez), fueron los grandes acercamientos de los de Míchel. La agonía fue creciendo cuando el marcador seguía sin moverse y los minutos corrían lentísimo. Un gol anulado a los alfareros por una mano previa, pasado el minuto 80, dejó sin respiración a todos los azulgranas en sus casas. Sobre la bocina, el VAR intervino también para anular un gol de Rafa Mir. El abrazo final en grupo lo dice todo: la ilusión está por las nubes.