El jugador zaragozano vive con resignación, como la plantilla de Casademont Zaragoza, los más de cuarenta días de confinamiento . Una situación que el veterano director de juego aprovecha para compartir con los seguidores del club sus vivencias de estas semanas y sus deseos de volver pronto a la normalidad.
Pese a que los días de encierro siguen acumulándose, el base aragonés se encuentra bien: “Ni muy estresado ni con ansiedad. Intento mantener rutinas para tener rigurosidad en el día a día y estar lo más entretenido posible”, asegura al tratar de mantenerse siempre ocupado. “Entrenamiento, estudios, estar con mi hijo… No queda tiempo para aburrirse”. Tiempos difíciles y de confinamiento en los que destaca la respuesta de la sociedad ante la pandemia. “Me gusta destacar cómo la gente hemos entendido la magnitud de lo que vivimos”, señala orgulloso. “Estamos actuando pensando más en el prójimo que en nosotros mismos; es la única forma de salir de esto”, asevera.
Por eso, San Miguel subraya el papel del sector sanitario: “Se están volcando con los más desfavorecidos y por ellos salimos al balcón a las ocho de la tarde todos los días”. Un acto simbólico con gran significado: “Significa valorar el trabajo de tanta gente que hace mucho por nosotros”. Una labor fundamental para que cada día vayamos acercándonos más al objetivo de retomar la normalidad: “Será extraño cómo será ese día, un poco diferente, aunque tampoco le he dado muchas vueltas”, reconoce pese a saber que, en caso de reanudarse la competición, será sin público en la grada. “Será raro, pero lo importante es que se reanude todo pronto dentro de unas medidas de seguridad sanitarias”, defiende.