Este miércoles se publica el Boletín Trimestral de Coyuntura número 69 que incluye el análisis de la evolución de la economía internacional, española y, especialmente, aragonesa en el primer trimestre de 2020.
En dicho período, la economía aragonesa, al igual que la del conjunto nacional, se ha visto muy afectada por las medidas de confinamiento y cierre de actividades productivas que se empezaron a adoptar a mediados de marzo para frenar el incremento de la velocidad de expansión del Covid-19 y así evitar el colapso del sistema sanitario. Dichas medidas comenzaron en todo el territorio nacional con la declaración del estado de alarma el 14 de marzo y se endurecieron con el cierre de todas las actividades no esenciales entre el 30 de marzo y el 9 de abril.
En este contexto, la economía aragonesa sufría en el primer trimestre de 2020 una caída del PIB de un 5,1% respecto al trimestre precedente. Por comparación con el invierno de 2019, el retroceso del PIB de Aragón era del 4,3% anual, dato dos décimas más desfavorable que el promedio nacional. Al igual que lo observado en España y en la mayor parte de las economías avanzadas, el deterioro en Aragón era generalizado en todos los componentes de la demanda interna y externa, con la excepción del consumo de las Administraciones Públicas. Desde la óptica de la oferta, todos los sectores se veían negativamente afectados, particularmente construcción y servicios, siendo el sector primario el que mostraba mayor resiliencia. Los indicadores parciales de actividad del segundo trimestre permiten anticipar una fuerte contracción del PIB en primavera, aunque por comparación con el conjunto de España, la economía aragonesa muestra menores tasas de caída en numerosos indicadores, particularmente en los del mercado de trabajo.
Por su parte, la economía española también registró una acusada contracción en el primer trimestre del año. En concreto, el PIB español anotó unas tasas de variación negativa del 5,2% intertrimestral, y del 4,1%, en términos interanuales. Esta contracción registrada en la economía nacional es consecuencia de una contribución negativa tanto de la demanda interna como de la demanda externa al crecimiento anual del PIB, frente a las contribuciones positivas del cuarto trimestre de 2019 en ambos casos. Desde el punto de vista de la oferta, cabe destacar que todos los sectores entraban en terreno negativo, a excepción de la agricultura que presenta una tasa de variación anual positiva.
Por su parte, la habitual Instantánea Sectorial que acompaña al Boletín realiza en este número un análisis del impacto que el Covid-19 ha tenido sobre el mercado de trabajo en Aragón y España, con un análisis del deterioro sufrido hasta finales de abril, y la posterior reapertura de la actividad a finales de junio. Por motivos de disponibilidad de los datos de afiliación a la Seguridad Social, la publicación de esta Instantánea se realizará a mediados del mes de julio.