La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz ha asistido hoy a la apertura académica del curso universitario 2020-2021 de la Universidad de Zaragoza, una ceremonia que ha tenido que celebrarse en formato reducido y condicionado por las actuales exigencias sanitarias. La crisis generada por la Covid19 ha centrado, precisamente, la intervención de la titular del Departamento en el patio del Paraninfo, quien ha destacado la coordinación y el trabajo conjunto entre el Gobierno de Aragón y la institución académica para “no dejar a ningún estudiante atrás” en un atípico final e inicio de curso marcados por la pandemia.
Acompañada por el rector en funciones, José Antonio Mayoral, y el doctor Moreno Aznar -que ha sido el encargado de leer la lección inaugural ‘Obesidad infantil: Cómo entenderlo y prevenirla’-, Díaz ha subrayado la apuesta decidida por apoyar al estudiantado en estos momentos difíciles. En concreto, se ha referido al mantenimiento del precio de las matrículas para las asignaturas suspendidas el curso pasado, cuando las clases se interrumpieron de forma traumática a causa de la pandemia; a la bajada de tasas de grado de hasta un 9% y al refuerzo del presupuesto de becas con una nueva línea de 900.000 euros.
Ante el “enorme reto” que exigió seguir con la docencia a través de vías telemáticas cuando se cerraron todas las facultades –algo que, tal y como ha rememorado, solo había pasado durante la Guerra Civil española- y ante el arranque de un curso que será “complicado” y semipresencial, la responsable de Universidades ha querido agradecer a todo el profesorado el sobreesfuerzo realizado. “Habéis demostrado el valor humano de esta universidad cargando sobre vuestras espaldas la calidad de lo que aquí se enseña y la importancia de no perderlo aun con la distancia”, les ha dicho.
Díaz ha insistido en que la Universidad ha hecho los deberes y está preparada para hacer frente con todas las garantías a la crisis sanitaria y ha asegurado que su Departamento está “explorando todas las vías posibles” para conseguir financiación que sufrague las inversiones extraordinarias llevadas a cabo para preparar los campus. Hacía referencia así a los fondos Covid del tramo educativo estatal que esperan recibirse a lo largo de este mes de septiembre y que están destinados a seguir avanzando en digitalizar los centros universitarios.
Además de al profesorado, la consejera ha lanzado también un mensaje a los cerca de 30.000 alumnos que inician el curso este mismo lunes, unos 6.000 de ellos de nuevo ingreso. Ha lamentado que la pandemia les exija renunciar a una gran parte de la vida universitaria, “a la socialización y al aprendizaje vital compartido”, al tiempo que les ha pedido ser “copartícipes en la responsabilidad de frenar el virus para salir cuanto antes de esta crisis”. “Es el momento de demostrar madurez y compromiso, revelando que sois los jóvenes que se hacen cargo del futuro que viene”, ha afirmado.
La apuesta por la investigación, ahora más que nunca, ha tenido también su lugar en la intervención de la consejera, quien ha celebrado que “curiosamente, el mismo año que se nos aleja presencialmente de las universidades, el mundo mire esperanzado a la ciencia, a esa que de aquí emana, como única salvaguarda para salir de esta situación”. Y aunque no será “ni tan rápido ni tan sencillo”, ha querido terminar sus palabras con una lección optimista.
Y es que, para Díaz, la Covid19 pese a ser una tragedia mundial se está revelando como “el accidente general” del que hablaba el pensador Paul Virilio, “capaz de romper el ritmo y la velocidad de nuestros días y de abrir una grieta en los automatismos” para propiciar “el momento más privilegiado para el pensamiento”.
“Aprovechen cada minuto de este curso que comienza para hacer de esta universidad el faro de certezas, de pensamiento crítico y de institución al servicio de la verdad y del saber que nuestra sociedad tanto necesita”, ha concluido dirigiéndose a toda la comunidad universitaria.