La Sociedad Deportiva Huesca logró un punto de mérito en Mestalla en una actuación sobresaliente de los azulgranas, que pudieron llevarse un mayor botín. A pesar del injusto mazazo con gol de Wass en la primera parte, el empate de Siovas en la segunda fue el premio a un partidazo, en la tercera jornada de LaLiga Santander ante el Valencia CF (1-1). El Huesca firmó una tarde brillante, como ya hiciera a domicilio en Vila-Real, demostrando no solo un gran nivel, sino la jerarquía para mostrarse incluso superior al cuadro valenciano durante la mayoría del choque. Las sensaciones son inmejorables y ya es el segundo estadio consecutivo donde sacan premio ante un rival a priori de mayor entidad. El primer triunfo tendrá que esperar.
Los altoaragoneses salieron con muchísima personalidad al feudo valencianista, jugando de tú a tú al rival, presionando su salida de balón y dominando tanto en el dominio de la pelota como en la iniciativa y en las llegadas al área contraria. Pronto, en el minuto 5, un centro de Jaime Seoane lo cabeceó Okazaki en el área, con un remate que se marchó fuera de la portería de Doménech por poco. Fue un primer aviso y, si bien es cierto que las ocasiones claras en uno y otro lado brillaron por su ausencia en la primera parte, la sensación de peligro de los visitantes era muchísimo más palpable. Tanto por dentro, con Seoane y Juan Carlos buscando filtrar pases, como por fuera con Ferreiro o Rafa Mir, el Huesca inquietó constantemente, sin renunciar al orden defensivo, al equipo de Javi Gracia. Desafortunadamente, fueron los chés quienes estrenaron el electrónico en el 38′: una falta lateral de Daniel Wass, muy tocada y con veneno, terminó colándose en la meta de Andrés Fernández sin que nadie rozara el cuero. Al descanso, la sensación de que lo que sucedió en el terreno no se correspondía con el juego de ambos equipos era evidente.
Con la reanudación, el Huesca no rebló. El guión fue el mismo: asedio altoaragonés, continuos acercamientos y, ahora sí, ocasiones claras. Entre el minuto 60 y el 63, hubo cuatro oportunidades azulgranas: un tiro de Seoane, un centro peligroso de Ferreiro, un cabezazo de Pulido… solo Doménech, con su gran actuación, evitó el empate. A la cuarta llegó la vencida: un córner botado por Ferreiro en el 63′ lo remató a la escuadra de cabeza Siovas, poniendo algo de justicia al duelo. Los oscenses no se conformaron con el empate, tras el que nada cambió. Sin apenas llegadas valencianistas, a 20 minutos del final Okazaki hizo temblar Mestalla. Enganchó una volea espectacular tras centro de Pedro López que el largueró repelió, para lamento del banquillo azulgrana. Poco después llegó la sustitución de López por problemas físicos y el debut del recién llegado Ontiveros. La gran presión colectiva siguió dando sus frutos hasta el final. En el 86′, Mosquera robó un balón peligrosísimo y pudo significar la victoria, pero su disparo lo detuvo el meta y no pudo ver a Mir a su lado en buena posición. Gameiro respondió con un tiro potente desviado justo después.