Y mientras el Real Zaragoza se desangra en propuestas defensivas decepcionantes, en el Logroñés, también en segunda, y obra y gracia del peor director deportivo de la historia del Real Zaragoza, Enrique Clemente triunfa y deslumbra.
En Logroño dan gracias a dios por la impericia de Arantegui. Su concurso es determinante para que los riojanos estén, con 20 puntos, con 10 más -ni más ni menos- que los que dispone el club de Lalo.