La Diputación de Teruel (DPT) se asocia al proyecto europeo Be.Cultour, un programa del Horizonte 2020 que pretende impulsar la economía circular en relación al turismo cultural. La diputada de Desarrollo Territorial, María Ariño, ha presentado esta iniciativa el mismo día en el que el proyecto comienza de forma oficial y en el que va a ser el principal escenario de su desarrollo, el Parque Cultural del Bajo Martín. La propuesta de la Oficina de Programas Europeos de la DPT ha sido elegida entre otras 78, en una de las convocatorias más competidas de los últimos años y tras ser valorada con un 15 sobre 15 puntos.
Junto al presidente y al gerente del Parque Cultural del Río Martín, Joaquín Noé y Pepe Royo, Ariño ha señalado que el objetivo de este tipo de programas europeos siempre es “analizar el escenario del que partimos para buscar fórmulas con las que aprovechar mejor nuestras potencialidades, aprovechándonos además de las experiencias de otros territorios europeos para implementar medidas que favorezcan nuestro desarrollo como territorio”.
“En este caso”, ha dicho la diputada, “este nuevo proyecto que nos ha sido concedido para los próximos tres años quiere propiciar oportunidades para las pymes en crecimiento y con espíritu emprendedor que posean sensibilidad medioambiental y patrimonial”. Ariño ha explicado que si el turismo cultural no se gestiona adecuadamente “puede convertirse en una industria de extracción de valor, que solo genera impactos ambientales, sociales o culturales negativos en las comunidades y ecosistemas locales”.
El proyecto Be.Cultour desarrollará estrategias específicas para promover el desarrollo más adecuado del turismo cultural, relacionando directamente la naturaleza y el patrimonio con las comunidades y sus ecosistemas sociales y económicos. Se quieren elaborar planes de acción en seis zonas europeas con las etiquetas de “desfavorecidas, remotas, periféricas y desindustrializadas” donde se identifiquen paisajes comprometidos con los objetivos del proyecto, en este caso el Parque Cultural del Río Martín tras la celebración de su 25 aniversario.
“Si hemos elegido este lugar como territorio piloto es porque no solo han desarrollado durante los últimos 25 años un modelo innovador y pionero de gestión en España y el resto de Europa que, por cierto, ha sido reconocido como una de las buenas prácticas a seguir en otro de nuestros proyectos europeos, el RAMSAT, sino que además se enfrenta ahora al reto de dinamizar una zona que debe reinventarse después del cierre de la minería y la Central Térmica de Andorra. Para la reconversión económica la economía circular ligada al patrimonio puede ser la solución ideal”, ha dicho María Ariño.
Por su parte, el presidente del Parque Cultural del Río Martín, Joaquín Noé, ha agradecido a la Diputación de Teruel por contar con la entidad para desarrollar este nuevo proyecto europeo. “Es otro reconocimiento a todo el trabajo de los 25 años que llevamos recuperando el patrimonio cultural, natural o inmaterial de todos los pueblos, mantenerlo y ponerlo en valor”, ha dicho antes de asegurar “para esta con problemas de despoblación y que ahora afronta el final de la minería, el turismo puede ser una de las vías de desarrollo”.
Para Noé, el proyecto del Parque Cultural del Río Martín ya está funcionando porque “está viniendo gente y eso hace que haya otra gente que se lance y haya viviendas de turismo rural, albergues…”. Noé ha asegurado que el secreto del éxito de esta fórmula de turismo cultural está en el trabajo de la gente, “empezando por el gerente Pepe Royo”, y el apoyo de todas las administraciones, desde los ayuntamientos hasta el Gobierno de Aragón. “Al final vemos que está dando sus frutos y esto hace que la economía circular que buscamos se note en el territorio y se creen puestos de trabajos en lugares que podrían estar a punto de desaparecer, como Alcaine u Obón”.
Con Be.Cultour se van a analizar cuestiones tan variadas como el nivel de desarrollo de sus ecosistemas económicos, la promoción de la igualdad de género y la inclusión social, el sentimiento de identidad europea de los residentes y visitantes, así como el conocimiento y reconocimiento del patrimonio cultural local. También se estudiará la creatividad e innovación de este espacio y su oferta de servicios o de infraestructuras.
6 espacios en Europa
Además del Parque Cultural del Bajo Martín, los otros espacios que van a participar en el proyecto son el conjunto “El buitre” en la región de Basilicata-Matera de Italia, el paisaje cultural de Larnaca en Chipre, los sitios del patrimonio industrial de Forsvik y Rydal en la región de Västra Götaland de Suecia, Bac, Irig y Sremski Karlovci en la región de Vojvodina de Serbia y la Ruta Cultural de Esteban el Grande y Santo en la frontera entre el noreste de Rumanía y Moldavia.
El proyecto Be.Cultour contempla, además de los 6 planes de acción para desarrollar un modelo de gestión basado en la economía circular, la identificación de 18 soluciones innovadoras de turismo cultural, tres en cada territorio piloto. Estas ideas se aprovecharán al máximo, desarrollando modelos de negocio y buscando alternativas de financiación para permitir su implementación, ampliación y sostenibilidad a largo plazo.
En total, se espera que este proyecto genere un impacto directo en más de 5.000 personas en 15 regiones de la UE y de fuera de la UE de 10 países diferentes, que participarán en la co-creación del proceso y el aprendizaje de las metodologías y herramientas desarrolladas con instituciones, clusters y asociaciones de turismo, museos o centros de interpretación, ciudadanos, investigadores o empresarios.
El importe global del proyecto asciende a 4.097.203,75 euros, de los cuales a la Diputación de Teruel le corresponden 262.497,50 euros, financiados al 100%. El proyecto se ejecutará en 36 meses a iniciar el 1 de febrero de 2021 y con fin el 31 de enero de 2024, en una sola fase.
La diputada de Desarrollo Territorial ha explicado que “al final el objetivo es aprovechar al máximo nuestras potencialidades. Trabajar sobre lo que ya funciona aportando ideas innovadoras para que ofrezca al territorio todos los réditos posibles, aprovechándonos del trabajo en común con otros países y zonas similares de Europa”. Además, ha señalado que este tipo de proyectos “contribuyen a potenciar la cooperación local, empoderando a los ciudadanos para que actúen como catalizadores en la transformación del desarrollo dinámico de territorios a través de productos, servicios, políticas, modelos de gobernanza y negocios innovadores”.