Los siete jóvenes japoneses que se han formado y aprendido junto a la cantera de la SD Huesca ponían este viernes fin a su estancia en la capital oscense. El club azulgrana a través de la Fundación Alcoraz y Wakatake Group han coordinado esta iniciativa, con el objetivo de que los participantes pudieran vivir uno de sus sueños: aprender del fútbol español en un club de Primera División. Así durante los tres meses de estancia, han compaginado los entrenamientos con diferentes actividades para conocer el entorno.
En todo momento han estado tutelados por tres monitores de la SD Huesca: Diego Arellano, Miguel Pérez y Gabi Piedrafita, que han estado las 24 horas del día acompañándolos tanto en sus actividades deportivas y como en las de ocio. En estos meses, han seguido la misma rutina, conformada principalmente por ejercicios específicos de tecnificación y entrenamientos con los equipos de fútbol base del Huesca. El resto del tiempo libre, aprovechaban para que conociesen Huesca, hacer excursiones por la provincia altoaragonesa y estudiar.
Los participantes de esta experiencia internacional han sido: Genki, Ichiyo, Kenshi, Mikuto, Narimasa, Rito y Tomoki. Para ellos, lo mejor han sido los entrenamientos, los ratos en el hotel, conocer El Alcoraz y la excursión a Jaca. Además, han aprendido algunas palabras de nuestro idioma: «hola, adiós, cansado, tengo hambre, gol…»
El monitor Diego Arellano afirma que “la experiencia ha sido muy positiva tanto para los monitores como para los niños. Lo más importante es que la convivencia ha ido bien durante los tres meses, se han divertido y han aprendido de fútbol, que es a lo que han venido”. Respecto a cómo ha sido la actitud de los chicos dice que ha sido «muy buena. Son muy educados, responsables y autónomos, y eso llama mucho la atención, ya que son niños de entre 9 a 15 años. No ha habido ningún problema durante la convivencia, ha sido muy satisfactoria para ambas partes”.
Los entrenamientos diarios se han notado en el progreso de los jóvenes japoneses, ya que “todos ellos han mejorado desde el primer día que vinieron hasta hoy”. Lo más positivo de esta experiencia es que los niños “han aprendido, se han divertido y han vivido una experiencia deportiva internacional. Esto para ellos ha sido increíble, ya que su sueño es jugar en un equipo de estas características. Además, han aprendido español y se han empapado de nuestra cultura”.
De esta forma finaliza esta exitosa experiencia tanto para los niños como para todos los que han formado parte de ella.