El grupo de investigación Growth, Exercise, Nutrition and Development (GENUD) de la Universidad de Zaragoza ha conseguido el segundo accésit en la modalidad «Actividad física en el ámbito familiar y comunitario» de la XIV Edición de los Premios Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad).
Estos galardones son otorgados por la Agencia Española Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y tienen como finalidad reconocer y dar mayor visibilidad a aquellos programas, intervenciones u otras iniciativas que promuevan la alimentación saludable y fomenten la práctica de actividad física regular. GENUD, grupo de investigación formado por investigadores de la Universidad de Zaragoza y adscritos al Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), presentó a los premios el proyecto «Videojuegos activos frente a la obesidad y el sedentarismo en niños y niñas de 9 a 11 años: una propuesta disruptiva», que busca aprovechar el uso generalizado de videojuegos, pantallas, realidad aumentada, etc. entre los niños para combatir el sobrepeso y la obesidad infantil.
El estudio figuraba entre los 32 proyectos finalistas seleccionados por la AESAN, de las 52 solicitudes presentadas. Un jurado de 16 expertos evaluó estas propuestas entre las que, por ejemplo, se concedió el Premio Estrategia NAOS de Especial Reconocimiento 2020 a UNICEF España. «El ejercicio se ha demostrado como el gran enemigo no farmacológico de la obesidad tanto infantil como adulta. Sin embargo la práctica y la adquisición del hábito del mismo no es sencilla en población con sobrepeso. En este contexto, los videojuegos activos se presentan como una opción muy atractiva de ejercicio físico para niños y niñas con poco interés por el deporte tradicional», afirma el investigador responsable del proyecto del GENUD, José Antonio Casajús.
El estudio tenía como propósito evaluar los efectos de un programa de videojuegos activos sobre los factores de riesgo cardiometabólico en niños y niñas con sobrepeso/obesidad, identificar el efecto de esta intervención sobre la condición física y estudiar los posibles cambios en los estilos de vida sedentarios de los chicos y chicasdespués del programa de ejercicio. El proyecto pretendía no solo conseguir que los participantes se movieran -con el incremento de gasto energético consiguiente-, sino también conseguir una actividad gratificante y divertidacon una mejora en patrones motores y un estado de cambio que animase a los niños a participar en actividades físicas programadas, tanto escolares y como extraescolares. El equipo lo diseñó como un estudio controlado aleatorizado y cruzado (crossover) con 2 periodos de intervención de 9 meses. En él participaron 92 niños/as de entre 9 y 11 años con sobrepeso u obesidad que fueron aleatoriamente divididos en 2 grupos homogéneos (control-intervención). Ambos grupos recibieron educación en estilos de vida saludables y el grupo intervención también siguió un programa de ejercicio físico con videojuegos activos (3-4 días/semana).