Abrumado, casi avergonzado por tener que tomar un protagonismo del que suele huir, Cristian Álvarez ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa telemática para dar respuesta a las numerosas solicitudes de entrevistas y reportajes recibidas tras el gol que el guardameta logró este viernes en Lugo, y que supuso el empate del Real Zaragoza (2-2) en el último minuto del descuento.
«Creo que hasta que no pase el tiempo, no vamos a poder tomar dimensión de lo que significa este gol», señalaba el guardameta argentino, que ha tomado poco a poco conciencia durante el fin de semana de la repercusión de esa acción, tras la que ha recibido numerosos mensajes de felicitación y de apoyo. «Ha sido muy bonito», confesaba.
Al recordar la jugada, Cristian reconoce que «visualizar un gol es algo surrealista». «Mi mente se puso en blanco y pasó todo bastante rápido -explicaba-. Fui con todo lo que tenía a rematar y la verdad que no sé muy bien cómo fue, pero entró; esta vez he salido yo en la foto, pero detrás hay un grupo de gente que tienen una entrega y un sacrificio que hay que rescatar, se ve una parte muy pequeña de un trabajo enorme, porque el equipo lo está dando todo».
No obstante, el equipo es consciente de que no acaba aquí el trabajo de la temporada. «Nos quedan cinco partidos vitales y esperemos que el punto de Lugo sirva para acercarnos todavía más a la tranquilidad, ojalá mi gol sirva para darnos más confianza en lo que resta», aseguraba el arquero rosarino, que sabe que frente al Espanyol, su exequipo, «va a ser un partido duro, porque son el mejor equipo de la categoría».
En ese envite se centra ya un Cristian que asegura que «todavía nos estamos jugando mucho y tengo ganas de entrenar esta tarde para meternos de lleno en la prepración del partido contra el Espanyol». «Estamos cargados de ilusión para lograr una victoria», finalizaba.