El proceso participativo Reto Salamero, lanzado el pasado 28 de septiembre, ha recopilado un total de 508 ideas, creaciones y
opiniones ciudadanas, que han sido trasladadas a la empresa encargada de realizar el proyecto de diseño de la futura plaza de Salamero. El proceso, que estuvo abierto a los ciudadanos a lo largo de dos semanas, fue diseñado a través de la plataforma
IdeaZaragoza, que cuenta con la colaboración de la Cátedra de Diseño de Servicios para la Ciudadanía, de la Universidad de Zaragoza, y con la implicación de distintos grupos de agentes sociales para su correcto diseño y desarrollo.
La plataforma contó con 3.697 visualizaciones y en el proceso se han recogido más de medio millar de ideas entre sus tres modalidades participativas: Imagina Salamero (194), Idea Salamero (214) y Conversa Salamero (100), ésta a su vez diversificada en un Foro de Dinamización (66) y un Foro de Inspiración (34). Con este proceso el Ayuntamiento de Zaragoza ha querido hacer partícipe a toda la ciudadanía para que puedan expresar cómo les gustaría que fuera el nuevo espacio. El resumen y datos estadísticos de estas encuestas serán remitidos a los diseñadores del proyecto de la nueva plaza de Salamero, para que conozcan, apunten y resitúen el proyecto conforme a las posibilidades técnicas e incorporen en la medida de lo técnicamente viable la opinión ciudadana al diseño final.
En la primera de las tres formas de participación simultánea, Imagina Salamero, se planteaba que la ciudadanía expresase sus vivencias en torno a esta plaza. El objetivo era situar, en pocas palabras, de forma gráfica, compartida y pública, el concepto y percepción que los zaragozanos tienen de un espacio público dentro de la ciudad y tomar conciencia de cuáles eran sus usos y cómo se plantean próximamente. Esta sección ha permitido
crear imaginarios colectivos que configuran y replantean la percepción que tenían y tienen los zaragozanos sobre la escena urbana de este espacio.
En concreto, las palabras más utilizadas por los ciudadanos para titular o desarrollar sus imaginarios, han sido los conceptos: verde, arbolado, descanso, espacio, fuente y juegos. Si se segmenta el perfil de los participantes que rellenaron la encuesta según su relación con la plaza de Salamero, se comprueba que han dado su opinión un 36,6% de personas que la califican como zona de paso y el mismo porcentaje de vecinos de la zona, a los que les siguen un 10,3% de usuarios que compran o tienen servicios en el área, un 4,1% que van a su trabajo en el entorno y otro 4,1% que usaba sobre todo el aparcamiento. Además, hay un 8,2% de otras procedencias (comunidad educativa del entorno, ciudadanos de otros lados de la ciudad, visitantes, etc).
Cuando se pide a los participantes profundizar en su relación en el pasado con este espacio público, antes de detectarse los problemas de construcción y ser cerrada la plaza, destaca que un 43,2% de los participantes califican la plaza como una simple “zona de paso”. También resalta la concepción de la plaza como un lugar de “paseo” y “descanso”, y hay una alta unión entre Salamero y las palabras “aparcamiento” y “zona de compras”.
Por otro lado, si se les pregunta por el futuro de la plaza de Salamero, las palabras más repetidas son: espacio, centro, verde, sombra, bancos, árboles e infantil. Hasta 34 veces se pide que la nueva plaza sea zona de niños y unos 22 hablan de dar espacio
también a las personas mayores. Entre el imaginario de futuro se destacan y proponen además ideas como: incluir sillas y mesas, favorecer el descanso, usar colores, cuidar iluminación, poner algún mercadillo, hacer eventos culturales o reservar espacio para los mismos, incluir agua y sombra, pensarlo como un lugar para relajarse, garantizar el ocio seguro en el entorno, crear un espacio infantil, o que sea antesala y polo de atracción para el resto del Casco Histórico.
A la hora de imaginar cuál es el ambiente que debería tener la nueva plaza, los usuarios podían elegir diferentes palabras entre 25 conceptos propuestos. En el ranking de los diez más elegidos se sitúan las palabras: bonito, agradable, tranquilo, alegre, sostenible, cómodo, abierto, seguro, infantil y práctico. Las menos seleccionadas fueron solitario, bullicioso y minimalista. Además, la ciudadanía podía proponer nuevos conceptos que no estuvieran en el listado. Los más repetidos fueron: acogedor y verde.
Por último, en la sección Imagina Salamero, se pedía a la ciudadanía que señalara o contara qué recuerdos, historias y anécdotas tenía de la plaza. En ese ejercicio de mirar al
pasado, las historias más repetidas tienen que ver con memorias de comer un bocadillo de calamares; historias familiares intergeneracionales entre niños, padres y abuelos; las
menciones al sobrenombre de “plaza del carbón”; ser un punto de encuentro con amigos; la vida que generaba el kiosko de venta de plantas que había en la plaza; y otros recuerdos de días festivos como el Pilar o la Semana Santa. También se han registrado menciones de corte más negativo cuando se habla del lugar como un espacio asociado o que tenía problemas con el botellón, la suciedad o la delincuencia.
La segunda de las tres formas de participación simultánea era Idea Salamero, una encuesta más extensa y concreta donde se preguntaba por cuestiones más técnicas y de diseño, con diferentes posibilidades, pero que además permitía situar en un mapa diferentes puntos donde el ciudadano consideraba que deberían ir equipamientos, elementos ornamentales, zonas verdes, infraestructuras… La vegetación, la sombra, los espacios de descanso y las zonas infantiles han sido algunos de los conceptos más reiterados por la ciudadanía.
En la encuesta se preguntaba en primer lugar qué estilo o carácter debería predominar en la nueva plaza. Entre las palabras más repetidas han estado los conceptos: verde, moderno, descanso, bancos, sombra, árboles, infantil y terraza.
Asimismo, se pedía especificar qué tipo de equipamientos o zonas diferenciadas debería tener la plaza de Salamero. Se proponían algunas opciones para poder seleccionar varias y el 83,6% de los más de doscientos participantes pidieron espacios de descanso. Le siguen en porcentaje las zonas de juegos infantiles, elegidas en un 50,9% de las ocasiones; y las zonas de encuentro social y cultural, con un 42% de los encuestados. El orden de preferencias prosigue con kiosko/bar, espacio deportivo y espacios de personas mayores.
Por otro lado, en el diseño de las zonas verdes, los participantes de la encuesta también podían hacer sus aportaciones. La pregunta concreta fue: ¿Te gustaría que volvieran a la plaza alguno de los olivos que se retiraron? A lo que el 73,4% de los encuestados respondieron de forma afirmativa, el 21,9% se mostró en contra, y un 4,7% no se posicionó al respecto.
Respecto a las aportaciones ciudadanas a la zona verde de la plaza, las preferencias las encabeza el césped, los parterres con plantas y flores, los arbustos y la vegetación perimetral. A estos les siguen la vegetación trepadora, las jardineras y las medianas o
isletas verdes.
Por último, la encuesta pedía a los ciudadanos que mostraran qué elementos ornamentales consideraban necesarios, así como la distribución y tipología que debería tener el mobiliario público: bancos, papeleras, farolas… En este sentido, las pérgolas para dar sombra fueron seleccionadas un 64,4% de las veces, seguidas de las fuentes ornamentales en un 50,4% de las ocasiones, las láminas de agua o estanques con un 41,6% de aceptación, y las estatuas o similares con un 25,7% de
veces seleccionadas.
No obstante, las obras de arte y estatuas fueron de las más comentadas y muchos propusieron figuras que recuerden a Palafox, a Miguel Salamero, a Goya o a Ramón y Cajal, pero también quienes pidieron llevar al centro de la ciudad alguna de las estatuas que hoy están repartidas en el parque de José Antonio Labordeta, e incluso los que solicitaron un homenaje al sobrenombre del lugar: plaza del carbón.
Además, los participantes inciden mucho en dotar al nuevo espacio de bancos y papeleras. Y también se aportan ideas para los equipamientos o infraestructuras como un kiosko de música, un muro de grafiti, módulos de skate, aparcabicis, rocódromo y mejoras de iluminación con led.
En Idea Salamero, los ciudadanos terminaban su participación situando sobre el mapa de la intervención de la futura plaza de Salamero los elementos que consideraban necesarios: equipamientos, zona verde, mobiliario o elementos ornamentales, así como la tipología de cada uno.
El mapa final recoge en una única imagen todas las aportaciones, si bien plasma una alta disparidad de criterios, pueden adivinarse altas concentraciones de los mismos símbolos en algunas zonas de la plaza.
Así, tanto en el centro del espacio como en la parte más cercana a la calle Azoque se concentran los iconos relativos a fuentes ornamentales, láminas de agua y estatuas. Del mismo modo que los iconos de los olivos se sitúan en su gran mayoría en la zona más cercana hacia la avenida César Augusto o hacia la calle de la
Morería. Los bancos y zonas de descanso se sitúan repartidos por todo el espacio de diseño, si bien se puede ver que casi siempre se han colocado junto a los arbustos, árboles o zonas verdes, y en los perímetros de la plaza.
Por último, respecto a los equipamientos, los iconos referentes kiosko/bar se sitúan más cerca de la calle del Teniente Coronel Valenzuela, y las zonas de juego infantil se reparten sobre todo cerca del edificio de Escolapias y en la desembocadura de la calle Cinco de Marzo. Mientras, las pérgolas con sombra predominan, según el criterio de la ciudadanía, en el lado sur (Azoque) y en el lado oeste (edificio más alto de la plaza).
Por último, el Reto Salamero planteaba una tercera sección participativa: Conversa Salamero, un espacio dedicado a que la ciudadanía pudiera establecer un debate en
torno a dos preguntas o foros. Por un lado estaba el Foro de Dinamización que lanzaba una pregunta directa al participante: “¿Cómo dinamizarías la plaza: espacio escénico, espacio abierto, zona de veladores, instalaciones, zona de juegos..?”. La intención era recopilar ideas que permitan
hacer de la plaza un verdadero lugar de encuentro, humano, amable y sostenible, donde el protagonista sea el ciudadano, que pueda llenar de vida su propio entorno. Entre las propuestas, los encuestados hablan de favorecer el descanso como punto de encuentro de ciudadanos, crear una zona infantil inspirada en Goya, fomentar los proyectos audiovisuales, poner zona de tumbonas y descanso, crear una zona de lectura con un área de biblioteca, instalar un mercado de venta de flores, incluir una zona digital con posibilidad de carga de dispositivos electrónicos, permitir el acceso de foodtrucks, o diseñar un escenario versátil para espectáculos.
Por otro lado estaba el Foro de Inspiración, que preguntaba: “¿Tienes alguna plaza en la que te gustaría que se inspirara el diseño? ¿Conoces plazas de Zaragoza o de otras ciudades y localidades, españolas o europeas o del mundo, que consideras que son ejemplo de sostenibilidad, innovación y/o inspiración?”. La intención era buscar otros lugares y elementos que puedan servir de inspiración o que marquen una referencia en sostenibilidad, versatilidad o digitalización.
Entre las ideas internacionales, en este foro se propusieron espacios como el Bryant Park de Nueva York, Saint James Park en Londres, las plazas Tertre o Louis Lépine de París, o la Fuente de Tinguely en Basilea. De corte más nacional, las inspiraciones propuestas pasaban por las plazas Moyúa de Bilbao, Milenio en Valladolid, de Santo Domingo en Murcia, de la Encarnación en Sevilla, de Manuel Turrillas en Pamplona, y la zaragozana plaza de Los Sitios.