Con el objetivo de detectar pacientes con fractura osteoporótica para evitar en lo posible una segunda lesión, el Hospital Ernest Lluch de Calatayud ha creado una Unidad de Fracturas, la segunda en la comunidad tras la ubicada en el Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza.
La consulta se ubica en el Servicio de Reumatología y a ella son derivadas, desde los propios servicios de Traumatología, Reumatología, Urgencias o Atención Primaria, personas que han sufrido fracturas que se han generado sin un gran impacto, por lo que se sospecha de una fragilidad ósea que podría conllevar posteriores lesiones.
De hecho, se calcula que una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufren una fractura por fragilidad ósea y la creación de estas unidades permite mejorar las cifras de diagnóstico de osteoporosis, además de disminuir la importante carga económica y psicológica que supone para el paciente y sus cuidadores.
Las fracturas por fragilidad suponen, además, un fuerte impacto económico y social, ya que están asociadas a una mayor morbilidad y mortalidad. Así, aproximadamente el 20% de los pacientes fallece después de una fractura de cadera, pero también llegan a duplicar el riesgo de sufrir una segunda.
Una vez diagnosticada la osteoporosis, en la Unidad se facilitan al paciente y a la familia recomendaciones universales para el cuidado de esta patología, además de una medicación individualizada, si es necesario, y de realizar un seguimiento continuo del afectado.
Además, esta iniciativa permitirá al centro sanitario la acreditación parte de la International Osteoporosis Foundation (IOF) y optar también a la norma de acreditación de la Sociedad Española de Calidad Asistencial para la implementación del modelo asistencial de las FLS.