Aragón ha realizado una encuesta entre sus pymes para conocer las afecciones del incremento desmesurado de los precios de la energía y los combustibles. El estudio ha revelado que el 46% de las empresas ha visto aumentar su factura de la electricidad entre un 10% y un 50%, respecto al año pasado.
En el último año, el precio de la luz ha subido más de un 900%, pasando de 54 euros/MWh a superar los 500 euros/MWh. Los carburantes, por su parte, han sufrido un incremento de hasta el 35%. Unas cifras muy preocupantes teniendo en cuenta que el gasto energético supone un porcentaje considerable de sus ingresos.
Respecto al precio del gas, casi la mitad de las empresas afirma que el precio se ha incrementado entre un 10% y un 50% respecto al año pasado. Con los precios del combustible ocurre algo similar, el 46% de las empresas encuestadas afirma que su gasto en carburante se ha subido entre un 10% y un 50%.
Muchas pequeñas y medianas empresas no han podido repercutir todavía este encarecimiento sobre sus productos porque les haría perder competitividad frente a empresas de otros países con las que compiten en el mercado nacional. Pese a ello, el 65% de las empresas encuestadas asevera que tiene previsto repercutir la subida de la energía en su producto final, pues lo contrario provocará una pérdida de rentabilidad en empresas que ya estaban luchando contra sus problemas de endeudamiento y liquidez, como consecuencia de la pandemia.
Pero lo más preocupante es que, según los datos de la encuesta, el 54% de las empresas encuestadas afirma que esta tendencia al alza de los precios de la energía afectará significativamente a su actividad empresarial y el 26,05% asevera que incluso hasta el punto de comprometer su viabilidad.