CHA-Uesca propone instalar máquinas de
autoservicio expendedoras de productos de higiene femenina en los
centros culturales de manera gratuita, accesibles a través de la
tarjeta cultural municipal.
El objetivo es doble, visibilizar y normalizar la menstruación,
dignificando una necesidad fisiológica que tienen las mujeres sin que
sea opcional, y reducir la pobreza menstrual. Tal como se está haciendo
en la Universidad de Vigo, pionera en esta iniciativa en el Estado
Español, las máquinas en Huesca podrían expender cajas con tres
tampones o tres compresas, en función de lo que elijan sus usuarias,
pudiendo utilizar las máquinas un máximo de tres veces al mes.
Para Sonia Alastruey, coordinadora de CHA-Uesca, «es increíble que aún
se graven los productos de higiene menstrual con un 10 % de IVA porque
no se consideran bienes de primera necesidad, lo que supone un claro
incumplimiento del programa electoral del PSOE y del posterior acuerdo
de gobierno PSOE-Unidas Podemos, por lo que deberemos de esperar una
cuantas reglas para poder acceder a tampones y compresas con un IVA
superreducido del 4 % al menos (como los alimentos esenciales, libros,
periódicos, revistas, medicamentos o material escolar), si creemos la
palabra de la Ministra de Hacienda, hasta la aprobación de los
próximos presupuestos generales, medida que tendría un coste de 30
millones para las arcas públicas, una cifra insignificante».
Y es que una mujer tiene 450 reglas de media en la vida, según un
estudio de la OCU son más de 2.000 euros que gasta cada mujer en este
tipo de productos hasta la menopausia, cifra que el Parlamento Europeo
eleva hasta 5.250 euros.
La coordinadora de CHA-Uesca recuerda que «desde 2004 varios países han
reducido esta tasa e incluso otros la han eliminado, entre los segundos,
Kenia, Ruanda, Australia, Canadá, India, Jamaica, Líbano, Irlanda o
Reino Unido, y mientras tanto aquí las instituciones más cercanas a
las mujeres pueden dar pasos como el que estamos proponiendo para
Huesca».