El Real Zaragoza había logrado con Julio Velázquez una gran racha de resultados. El equipo, desde el mal encuentro ante el Albacete en el que cayó 1-0 en el Carlos Belmonte, había sumado ocho partidos consecutivos sumando. De hecho, se trataba esa primera derrota del primer partido de Julio Velázquez en el banquillo tras la destitución de Fran Escribá, por lo que, en parte, podía entrar dentro de la ecuación un resultado de ese tipo.
Sin embargo, desde esa jornada, el Real Zaragoza ya no se acordaba de lo que era perder un encuentro. Desde aquel momento, el balance del equipo era de 3 victorias y 5 empates. Las victorias, todas en casa, ante Leganés, Andorra y Real Sporting de Gijón mientras que los repartos de puntos habían sido ante Espanyol, Amorebieta, Levante, Eldense y Alcorcón.
Una dinámica que se ha visto frenada este domingo en Ipurúa cuando el equipo se encontraba con un ritmo de puntuación de 14 sumados de los 24 disputados. Lo más importante es que el equipo no caía derrotado, pero, ya con el técnico salmantino, parece que la tarea pendiente sigue siendo los resultados fuera de casa. Desde su llegada, el equipo todavía no ha ganado lejos de La Romareda, a diferencia de los números como local, en el que ha cosechado los tres triunfos con Velázquez.