El Gobierno de Zaragoza ha aprobado este proyecto, una obra que se llevará a cabo en un plazo de 5 meses y no implicará modificaciones arquitectónicas.
La instalación térmica actual del museo será actualizada con equipos de mayor eficiencia y se instalará un sistema de control centralizado para garantizar un uso más óptimo de la energía. Además, se colocarán fancoils en la zona del patio para reducir las pérdidas energéticas, unos emisores usados para regular el ambiente en sistemas de climatización. Por otro lado, se instalarán placas de yeso laminado en ciertas áreas del museo para ocultar los conductos y equipos de climatización.
Todo ello supone que en ningún momento se modificarán las condiciones arquitectónicas existentes como se ha mencionado anteriormente y, además, se ha tenido en cuenta que el nuevo equipo que se instala en sustitución al existente no representa un aumento
del nivel sonoro.