El debate del informe del PP sobre el impacto autonómico de la Ley de Amnistía, que considera esta norma inconstitucional, ha reunido hoy en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado a seis presidentes autonómicos del PP,entre ellos el aragonés, Jorge Azcón.
Los populares han compartido sus críticas frente al catalán Pere Aragonès, que ha defendido la ley de amnistía a capa y espada, aprovechando el altavoz que supone la cámara Alta en un contexto de elecciones autonómicas. Los catalanes irán a las urnas el próximo 12 de mayo.
El jueves cuando se enteró de esta comisión, comentó que “como independentista y de izquierdas siempre es un placer trolear a los populares”.
La intervención del presidente Aragonés, ha comenzado comentando que «de Aragón no se ríe nadie», y afirmando con orgullo que «la Corona Aragonesa formó parte e impulsó la constitución del Reino de España».
Azcón ha afeado la ausencia de presidentes socialistas, que no han acudido a la Cámara Alta así como la cobardía del gobierno que no ha asistido al debate.
Ha criticado la actitud de Sánchez ante este ataque a la unidad de España, comentando que tres han sido los ataques a la democracia “Tres momentos han supuesto un ataque a nuestra democracia: el 23F, el terrorismo, y el golpe de estado en Cataluña; los dos primeros fueron combatidos por los gobiernos de España que ostentaban el gobierno; pero este último, cuenta con la colaboración activa de este gobierno de Sánchez”
El presidente autonómico ha enumerado parte de las consecuencias que ha traído y traerá el interés desmedido de Sanchez por mantenerse en la moncloa: Los peores presagios se han cumplido, primera hay una ley de amnistía a la carta, segundo, Pedro Sanchez ha aceptado la condonación de la deuda de 15.000 millones de deuda a Cataluña, tercero, Pedro Sanchez ha consentido ceder íntegramente el servicio de cercanías a la Generalidad y al País Vasco, cuarto Sanchez ha pactado entregar competencias exclusivas del estado, como es la inmigracion a Cataluña y al País Vasco”.
Las intervenciones del resto de presidentes autonómicos han seguido la misma línea de oposición al gobierno y condena a la ley de amnistía.