El Gobierno de Aragón mantiene este curso cerca de medio centenar de escuelas en pequeñas localidades, apostando por la educación rural para vertebrar el territorio y frenar la despoblación. Esta iniciativa busca que niños y jóvenes puedan vivir y estudiar en su entorno cercano. Un ejemplo de esta política es la reapertura de la escuela de Monforte de Moyuela (Teruel) tras 24 años cerrada, gracias a la llegada de ocho niños.
La consejera de Educación, Tomasa Hernández, destacó la aplicación de un sistema de «segunda oportunidad» para mantener abiertos centros con dos alumnos, en colaboración con las familias y los municipios. Este modelo se aplicará en el colegio de Plan (Huesca) este curso, con la esperanza de atraer más población.
Por provincias, Teruel es la que más escuelas pequeñas mantiene abiertas, con 21 localidades que cuentan con aulas de entre 3 y 6 alumnos, como Camarillas, Bello y Molinos. En Huesca, 10 escuelas rurales, entre ellas Huerto y Alquézar, continúan activas. Zaragoza mantiene centros con pocos alumnos en Lucena de Jalón, Sestrica y Almonacid de la Cuba.
Algunas escuelas, como Berbegal o El Grado, han aumentado su alumnado, superando la decena de estudiantes, lo que supone una esperanza para el futuro de estos municipios.
El compromiso del Gobierno de Aragón con la educación en el medio rural incluye también la Formación Profesional. Este curso se mantienen ciclos formativos con solo tres alumnos en localidades como Calanda, Utrillas y Zuera.