El Real Zaragoza dejó escapar una victoria que tenía en la mano ante el Sporting de Gijón, en un encuentro que mostró una de las versiones más ofensivas del equipo en la era de Miguel Ángel Ramírez. Mario Soberón, autor del único gol blanquillo, compareció ante los medios tras el partido, expresando su frustración por el empate y destacando la necesidad de mayor responsabilidad y convicción en los minutos finales.
Un empate que deja un sabor amargo
El delantero zaragocista no ocultó su cabreo por el resultado, asegurando que el equipo había hecho méritos suficientes para llevarse los tres puntos:
«Lo teníamos en nuestra mano. Hemos sido capaces de jugar esos últimos minutos con un poco más de picardía, de orgullo incluso. El míster decía hace unos días que teníamos que ser más responsables y hoy se ha visto que no nos da para sumar de tres.»
Para Soberón, la clave de este empate está en la incapacidad del equipo para gestionar los momentos decisivos. Aunque el Real Zaragoza dominó y generó ocasiones, faltó carácter en los minutos finales:
«Creo que esa energía en los últimos minutos no la hemos sabido sacar. La línea es esta, pero hay que cambiar algo. Cuando hemos creído, hemos sido superiores. Necesitamos creer más y demostrarlo hasta el final.»
El Zaragoza más ofensivo de la era Ramírez
Uno de los aspectos positivos del encuentro fue la mejoría en ataque. El Real Zaragoza mostró una mayor vocación ofensiva, algo que se reflejó en el gol de Soberón y en varias ocasiones generadas a lo largo del partido.
«Siempre intentamos ser lo más ofensivos posible, siempre buscamos la portería rival. Hoy creo que ha sido un gran partido en ese sentido, pero hay que mejorar.»
Para el delantero, esta es la línea a seguir, pero el equipo debe ser más contundente en ambas áreas para convertir buenas sensaciones en victorias.
Una vuelta especial, pero con un sabor agridulce
Para Mario Soberón, el partido tuvo un significado especial, ya que supuso su regreso a La Romareda tras meses de lesión. A pesar de la alegría por volver a jugar en casa, el resultado empañó su felicidad:
«Estoy contento por volver a jugar aquí en casa con la afición. Hacía mucho que no jugaba y aquí me siento muy querido, pero el cabreo que llevo me hace no estar completamente feliz.»
El delantero reconoció que su proceso de recuperación fue complicado, tanto física como mentalmente:
«Para mí ha sido duro. Tener tantas lesiones en estos meses no es fácil, te exigen mucho a nivel mental y físico. Mi cabeza siempre estaba en volver cuanto antes y ayudar al equipo.»
Próximo reto: Eldense, sin margen de error
El empate ante el Sporting impidió al Real Zaragoza lograr el 6 de 6 en casa, un objetivo que se había marcado el equipo. Sin embargo, Soberón evita etiquetar el partido contra el Eldense como una final, aunque reconoce su importancia:
«Para mí no es una final porque nosotros tenemos que ganar todos los partidos. Nuestra mentalidad tiene que ser la de ganar siempre. Ahora toca el Eldense y después el Almería. Nuestro objetivo sigue siendo el mismo: escalar hacia arriba.»
Con un Zaragoza en una dinámica preocupante, el partido contra el Eldense se presenta como una oportunidad clave para empezar a salir del bache. El equipo deberá demostrar carácter y convertir la mejoría ofensiva en victorias.