En su regreso a La Romareda, Gabi Fernández ha puesto el foco en la situación mental del vestuario y en la necesidad de revitalizar al equipo desde la parte emocional. En su primera comparecencia como técnico del Real Zaragoza, Gabi ha asegurado que “lo primero es recuperar la cabeza de los jugadores, luego ya vendrá el fútbol”. El madrileño ha señalado que el aspecto psicológico será clave en esta recta final del campeonato.
«No soy Guardiola, no tengo varita mágica, pero sí sé transmitir energía. Hoy el fútbol va de eso, de energía, y estoy aquí para canalizarla en el equipo”, ha explicado. Gabi ha subrayado que ha encontrado un vestuario «bloqueado y responsabilizado» y que su primera tarea es devolver la confianza a los futbolistas: “Les he dicho que ni son ladrones ni asesinos. Que se dediquen a jugar al fútbol”.
El técnico ha incidido en la necesidad de devolver la solidez defensiva a un equipo que “cada vez que le atacan le generan una ocasión de gol”. A este respecto, ha afirmado: “Vamos a trabajar la mentalidad y a construir un bloque mucho más compacto y comprometido”.
Consciente de la urgencia clasificatoria, Gabi ha dejado claro que el objetivo es inmediato: “Ganar el lunes y convertir lo negro en marrón. Eso nos meterá de nuevo en la pelea y permitirá que los jugadores recuperen la confianza”.
Sobre su decisión de asumir este reto, Gabi ha afirmado: “Para mí, lo más fácil habría sido quedarme en Getafe, en una situación cómoda, pero he entendido que el momento es ahora. Esto es un privilegio para mí”.
Respecto a las dudas sobre su experiencia, el técnico ha respondido con firmeza: “Sé que algunos pensarán que tengo poca experiencia, pero me centro en salvar al Zaragoza. No pienso en mi futuro, pienso en el club”.
Para concluir, Gabi ha reforzado su convencimiento: “Estoy convencido de que este equipo es bueno y que, con energía y trabajo, podemos darle la vuelta a esta situación. Ahora es el momento de estar unidos y de remar todos juntos”.