La SD Ejea firmó una primera parte impecable, con buen juego, intensidad y dos goles de ventaja, pero un mal arranque en la reanudación permitió al Calahorra remontar y sacar un empate (2-2) que dejó sabor agridulce en el Municipal de Luchán. Los ejeanos suman, sí, pero con la sensación de haber dejado escapar dos puntos vitales en la pelea por el objetivo.
Desde el inicio, el equipo salió con ambición. El primer tanto llegó en el minuto 23, cuando Iker Gil desató la locura con un gran disparo tras una buena combinación ofensiva. Apenas unos minutos después, Rodri Val avisó con un remate que se marchó por poco, y en el descuento del primer tiempo logró su premio: centro medido de Pablo Santana y remate letal del delantero para poner el 2-0 justo antes del descanso.
Con todo de cara, la SD Ejea se marchaba a vestuarios en su mejor momento. Sin embargo, el arranque de la segunda parte fue todo lo contrario. El Calahorra salió con una marcha más y encontró el primer tanto en el 57’, recortando distancias con un disparo certero tras una acción rápida. El golpe descolocó al equipo local, que no tardó en encajar el segundo. A los cinco minutos del primer gol visitante, un remate de cabeza firmó el empate (2-2) y dejó helado a Luchán.
Javi Moreno movió el banquillo buscando recuperar el control del partido. David Iglesias entró al terreno de juego para dar frescura al centro del campo, mientras que Troya tuvo que aparecer de nuevo para mantener con vida a los suyos, con una intervención salvadora en los minutos finales. También Babacar rozó el tercero con un disparo que se marchó fuera por centímetros.
En el añadido, el Ejea apretó, empujado por su afición, pero sin la claridad necesaria para volver a batir al meta rival. El empate deja a los aragoneses con un punto que sabe a poco tras lo visto en los primeros 45 minutos.
Aun así, el equipo sigue sumando y se mantiene en la lucha. Tocará corregir errores y recuperar la versión del primer tiempo para afrontar con garantías el próximo compromiso. Luchán sigue creyendo.