Con el corazón en un puño y visiblemente emocionado, Francho Serrano protagonizó uno de los momentos más conmovedores de la tarde en La Romareda. Nada más finalizar el último partido en el viejo estadio zaragocista, el canterano tomó el micrófono sobre el césped para anunciar lo que llevaba semanas deseando compartir: su renovación con el Real Zaragoza.
“No hay mejor lugar, en mi ciudad, en mi casa. Estoy muy feliz”, afirmó en un vídeo posterior difundido por el club. “Por fin he podido anunciar lo que tanto tiempo llevo esperando: me quedo en mi casa, feliz. Que sean muchos años más y muchos éxitos más”.
El centrocampista reconoció que llevaba días guardando el secreto incluso a su propia familia. “Sinceramente, estaba… perdón por la expresión, cagado. Solo lo sabía mi novia. Nadie más. Era una auténtica sorpresa para todos”. Y añadió emocionado: “Me acuerdo mucho de mi abuelo que no está, también quiero hacer mención a él, porque si hoy soy futbolista es también gracias a él”.
Francho no solo anunció su continuidad; hizo de ese momento un compromiso con su club y su afición. “Dar un paso más en mi carrera, seguir creciendo en el club de mi vida… es lo más bonito que hay y no lo cambiaría por absolutamente nada”, declaró. También dejó claro su objetivo: “Vamos a luchar por ascender. Sería imperdonable para mí no estar aquí si algún día se consigue”.
La escena fue tan simbólica como espontánea: “Improvisamos un poco, cambié lo que me salió del corazón. Guardaré ese vídeo toda la vida. Que tu afición coree tu nombre, que puedas alzar la bandera y cantar junto a tu gente… es impagable”.
Serrano fue también autocrítico: “Ha sido una temporada complicada, no hemos sabido hacer que nuestra afición se sienta orgullosa. Por eso, pido disculpas”. Y reiteró: “El Zaragoza no es nada sin su gente. Esa unión tiene que seguir para que lleguen cosas mejores”.
Con la vista puesta en el futuro, Francho también compartió una ambición muy personal: “Ojalá entrar en el top 10 de jugadores con más partidos. Están ahí Zapater, Belsué, Violeta… sería un sueño”.
El ‘8’ blanquillo no solo renovó contrato. Renovó su promesa con el zaragocismo: luchar, crecer y soñar con devolver al Real Zaragoza al lugar que merece. Y hacerlo, como siempre, desde casa.
