Inicio Actualidad Quinta derrota consecutiva en liga para el Real Zaragoza (0-2)

Quinta derrota consecutiva en liga para el Real Zaragoza (0-2)

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Lo que debía ser un homenaje silencioso a Jorge Casado, canterano zaragocista fallecido esta semana, se convirtió en una jornada lúgubre dentro y fuera del césped. El Real Zaragoza volvió a perder, esta vez ante un Deportivo ordenado, práctico y superior en los momentos clave. Un 0-2 que deja al conjunto aragonés hundido, no solo en la clasificación, sino también en el alma de una afición rota.

El estadio modular se vistió de luto para recordar a Jorge Casado. En el centro del campo, su camiseta con el número 2; en la grada, familiares y amigos con globos blanquiazules. El silencio fue absoluto, solo roto por la emoción contenida. Pero esa calma duró apenas un minuto. En cuanto sonó el pitido inicial, estalló la indignación: “¡Directiva dimisión!”, gritaban cientos de gargantas zaragocistas, que más tarde abandonarían las gradas durante diez minutos en señal de protesta organizada.

En lo deportivo, el equipo de Raúl Sellés arrancó con cierto ímpetu. Durante la primera parte, el Zaragoza logró trenzar algunas acciones, especialmente con Toni Moya y Francho intentándolo desde media distancia. Pero el Deportivo, sin alardes, fue ganando terreno con un Yeremay eléctrico y un Mario Soriano que campó a sus anchas entre líneas.

El gol gallego no tardó en llegar tras el descanso. En el minuto 54, Mario Soriano enganchó un disparo desde fuera del área que se coló en la escuadra tras una jugada a balón parado, la pesadilla habitual del Zaragoza esta temporada. El tanto cayó como un mazazo. Sellés intentó reordenar al equipo, introduciendo cambios ofensivos con Kenan Kodro, Samed Bazdar o Paulino, pero nada cambió.

La sentencia llegó en el 73. Un contragolpe letal liderado por Yeremay acabó con David Mella fusilando a Germán Parreño. La Romareda, ya crispada, terminó de perder la paciencia.

Ni el corazón de Pau Sans, ni los centros de Valery, ni los intentos lejanos de Moya sirvieron para inquietar a un Deportivo que supo dormir el partido a su antojo. El Zaragoza terminó el choque como lo empezó: con dignidad, sí, pero sin ideas, sin gol y con una afición cada vez más desesperanzada.

La derrota escuece especialmente por lo simbólico del día, por el recuerdo a Jorge Casado y por la imagen que transmite un equipo roto. La grada lo tiene claro. El mensaje es unánime: esto no da para más. Por si fuera poco, la estadística empieza a golpear con fuerza y crudeza: el Real Zaragoza ha sumado solo 6 puntos de los últimos 36 posibles, con una racha de cinco derrotas consecutivas que lo ancla al fondo de la tabla. En 12 jornadas, el equipo ha anotado únicamente 6 goles y ha encajado 20, un balance demoledor que lo sitúa como el peor conjunto de la categoría en ataque y uno de los más frágiles en defensa. A día de hoy, está a 7 puntos de la permanencia, quedan 90 puntos en juego, y para llegar a los teóricos 50 puntos de salvación, el equipo tendría que sumar la mitad. Un reto titánico para un bloque que ni compite con regularidad ni transmite síntomas de recuperación real. La cuenta atrás ya ha comenzado.