Gobierno de Aragón ha activado el Plan Especial de Protección Civil de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones (PROCINAR) en fase de alerta debido a la previsión de crecida del río Ebro en los próximos días a su paso por la comunidad autónoma.
Este miércoles se ha celebrado en la sede del centro de emergencias 112 Aragón una reunión del Centro de Coordinación Operativa (CECOP), presidida por la consejera de Presidencia, Interior y Cultura, Tomasa Hernández, y el director general de Interior y Emergencias, Miguel Ángel Clavero.
La consejera ha señalado que se ha activado una fase de alerta que permite informar a la población, “avisar de cómo está la situación actual y lo que puede ocurrir”, así como preparar “todos los medios técnicos y recursos de que disponemos” para pasar a otra fase de emergencia.
Por su parte, el director general de Interior y Emergencias, Miguel Ángel Clavero, ha explicado que se ha activado la fase de alerta después de confirmarse las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro, “ligeramente a la baja”, con el caudal del río Ebro en descenso en Castejón, en Navarra, donde se encuentra en 2.000 metros cúbicos por segundo. “Se espera que entre en Aragón esa cantidad o ligeramente inferior y la que llegue a Zaragoza rondará entre los 1.600 y 1.700 metros cúbicos por segundo”, ha apuntado.
Se espera que entre en Aragón con 2.000 metros cúbicos por segundo y que llegue a Zaragoza con 1.600-1.700 metros cúbicos por segundo.
Estos caudales llevan a una situación de emergencia a partir de mañana por la mañana, cuando la punta de la avenida entre en Aragón, y a tomar medidas de protección para las personas y bienes. “Va a ser una avenida posiblemente extraordinaria, pero de bajo nivel” y las afecciones a los ciudadanos serán previsiblemente “ligeras”, afectando a granjas o infraestructuras que estén cerca del cauce. Gracias a la experiencia de otros años, el CECOP sabe dónde hay que actuar y dónde hay que estar preparados para responder de manera inmediata ante cualquier contingencia.
De hecho, se van a desplegar de forma escalada en estos días sobre el territorio unos 300 o 400 efectivos que intervendrán en caso de necesidad. En función de la velocidad del río, la punta de la avenida entrará en Aragón mañana, día 29, a primera hora de la mañana, o a media mañana, llegará a Zaragoza el viernes por la mañana o a primera hora de la tarde, y el episodio de avenida terminaría en Mequinenza el domingo 3 de marzo. Mañana jueves se activará la fase de emergencia en nivel 2 porque la magnitud de este tipo de emergencias “hace necesarios los esfuerzos de todos” y se solicitará desde esta tarde la colaboración de la Unidad Militar de Emergencias.
Por último, Clavero ha explicado que se está informando a los alcaldes de la ribera de la situación a través de un canal de comunicación que les mantendrá “en todo momento informados”.
La fase de alerta activada este miércoles se identifica con la existencia de avisos de riesgos que, por su evolución desfavorable, pudiesen ser generadores de una emergencia en la que haya que aplicar medidas de protección civil. Esta fase permite reforzar los avisos a la población, anticipar la preparación de los recursos de intervención y coordinar a las instituciones y autoridades implicadas en la emergencia.
CONSEJOS DE AUTOPROTECCIÓN
El centro de emergencias 112 Aragón ha recordado consejos de autoprotección ante inundaciones.
En casa es necesario cerrar bien los agujeros de puertas y ventanas y salidas de ventilación; colocar los documentos importantes, objetos valiosos, alimentos y agua potable, así como a los animales domésticos, en puntos elevados y situar los productos peligrosos en lugares protegidos; desconectar el interruptor general de la luz; y no bajar a subterráneos, ni permanecer en sitios bajos.
En el caso de encontrarse en el exterior, hay que alejarse de cauces de barrancos, torrentes y de sus puentes; no estacionar el coche a la orilla de ríos o en cauces de barrancos, ramblas, torrentes y puentes, ni cerca de ellos; no cruzar con el vehículo vados que salvan barrancos u otros tramos de carretera si están inundados, dado que la fuerza del agua podría arrastrar el coche.