La noticia más esperada por el zaragocismo este domingo ha llegado con alivio. El Real Zaragoza ha confirmado mediante un comunicado oficial que Kervin Arriaga no sufre una lesión de importancia tras el golpe que le obligó a retirarse del terreno de juego en el minuto 66 del encuentro de ayer ante el Eibar.
“El jugador queda pendiente de evolución”, señala el parte médico emitido por el club. Arriaga abandonó el campo visiblemente dolorido tras un lance del juego, lo que encendió todas las alarmas en La Romareda, tanto en el cuerpo técnico como entre los aficionados, conscientes de la relevancia del mediocentro hondureño en el esquema de Gabi Fernández.
Desde su llegada, Arriaga se ha convertido en una de las piezas más sólidas del centro del campo blanquillo. Su capacidad para recuperar balones, su rigor táctico y su presencia física han sido fundamentales para dar equilibrio al equipo. De hecho, su irrupción en el once ha coincidido con una mejora defensiva del conjunto aragonés y con una mayor personalidad en los partidos más exigentes.
Gabi Fernández ya mostró preocupación por su estado al término del choque ante el Eibar, explicando que “ha sentido un golpe y empezó a molestarle la rodilla”. Sin embargo, el técnico prefirió ser prudente y esperar a las pruebas médicas de este lunes, que finalmente han descartado una lesión grave.
La noticia supone un respiro para el cuerpo técnico y la plantilla, inmersos en una lucha intensa por la permanencia. Con siete partidos por delante y el equipo necesitado de sumar puntos con urgencia, contar con Arriaga en condiciones óptimas es vital.
Pendiente de evolución, su participación en el próximo encuentro frente al Huesca aún no está garantizada, pero el mero hecho de evitar una lesión importante ya es un paso enorme para un Real Zaragoza que necesita a todos sus pilares fuertes para afrontar el tramo decisivo del campeonato.