Chunta Aragonesista a través del Senador Carles Mulet trasladó al Gobierno de España el pasado 10 de septiembre las siguientes preguntas: ¿Tiene previsto el Gobierno compensar al municipio de Biscarrués, y al territorio de La Galliguera, por la amenaza de embalse que ha sufrido durante 35 años, cuya consecuencia directa ha sido la pérdida de inversiones en infraestructuras y servicios, así como la falta de materialización de algunas iniciativas privadas por la incertidumbre que creaba el proyecto de pantano de Biscarrués?, ¿con qué actuaciones y fondos concretos?. De no hacerlo, ¿por qué motivo se rechaza esta petición de compensación a un territorio afectado por el coste de expectativas territoriales que suponía esta actuación?.
La respuesta con fecha 15 de octubre de 2020 es la siguiente: En relación con la pregunta formulada, cabe señalar que, de acuerdo con el artículo 130.4 del Texto Refundido de la Ley de Aguas, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, se elaborará y ejecutará un proyecto de restitución territorial cuando la realización de una obra hidráulica de interés general afecte de forma singular al equilibrio socioeconómico del término municipal en que se ubique, con el objeto de compensar tal afección.
El presidente de CHA y portavoz en las Cortes de Aragón, Joaquín Palacín, considera que «el actual Gobierno de España demuestra no tener ninguna sensibilidad para desarrollar actuaciones que recojan las medidas de restitución y desarrollo económico necesarias a causa, tanto de los proyectos hidráulicos ejecutados con anterioridad a la modificación de la Ley de Aguas de 1999, como del coste de expectativas y afecciones producidas por los proyectos no ejecutados pero que han estado incluidos en la planificación o programación pública, algo que ya solicitaron las Cortes de Aragón en febrero de 2011».
«Es necesario que el Gobierno PSOE-Podemos no pierda más tiempo, y elabore un Plan de Actuación con medidas de desarrollo económico para La Galliguera, para fortalecer la apuesta de sus habitantes por un modelo sostenible basado en la agricultura tradicional y en las actividades turísticas, aprovechando aún más las potencialidades del río Gállego, un modelo, que pese a la espada de Damocles que les amenazaba, ha conseguido asentar población», ha concluído Palacín.