El grupo parlamentario de Ciudadanos en las Cortes de Aragón ha solicitado al Gobierno aragonés la creación de una Unidad de Referencia para la atención e investigación de la COVID persistente en alguno de los hospitales de referencia de la comunidad. Así lo ha reclamado la formación liberal en una proposición no de ley que se tramitará ante la Comisión de Sanidad.
La portavoz de Cs en esta materia, Susana Gaspar, ha señalado que, más de un año después del inicio de la pandemia, muchos aspectos de la enfermedad aún resultan desconocidos, especialmente los referidos a las secuelas que el virus deja en el organismo de las personas que lo han padecido. “La sanidad se enfrenta a un gran reto postpandemia: hacer frente al denominado COVID persistente, o long COVID, una enfermedad nueva y desconocida que supone un problema importante de salud pública”, ha advertido.
Se calcula que la COVID persistente afecta a más de 300.000 españoles, que se infectaron y siguen sin recuperarse meses después. La mayoría de ellos son mujeres jóvenes, de entre 35 y 45 años y sin patologías previas. Se estima que un 10 por ciento de los pacientes infectados por COVID queda con síntomas tres meses después de haberse contagiado. La COVID persistente es una patología incapacitante de síntomas muy heterogéneos y causa aún desconocida, que afecta y afectará a millones de personas en todo el mundo. Hasta la fecha se han diagnosticado más de 200 síntomas diferentes, siendo la fatiga, la niebla mental, falta de aliento, dolores persistentes de cabeza y musculares, problemas gastrointestinales, los más característicos. Aunque también hay pacientes que refieren erupciones cutáneas, febrícula por la tarde, faringitis, dolor de oídos o alergias más agravadas.
“Los pacientes de COVID persistente han quedado fuera del radar de la pandemia, a pesar de que se sienten constantemente enfermos desde que se contagiaron”, ha indicado Gaspar. Es una enfermedad incapacitante tanto a nivel laboral como personal y, en algunos casos, se estigmatiza a quien la sufre, ya que “algunos de ellos refieren que no les creen, o que a menudo sus casos no se toman en serio y les resulta difícil obtener un diagnóstico”.
Ante esta situación se han creado asociaciones de pacientes y se han elaborado guías clínicas para su atención. A finales del mes de abril, la Asociación long COVID de Aragón se reunió con los responsables del Departamento de Sanidad y se acordó crear un grupo de trabajo para hacer frente a la enfermedad, así como se estableció que la COVID persistente tenga un código propio en los historiales médicos, para reconocer la dolencia existente. “En Castilla y León se está valorando crear una unidad especializada para atender a estos pacientes en la provincia de Zamora y queremos que Aragón también avance en este sentido y ponga en marcha una unidad en un centro hospitalario de referencia en la comunidad, que pueda investigar la dolencia y atender a los aragoneses afectados”, ha concluido Gaspar.