Apenas a los diez minutos de la primera sesión individual llevada a cabo por el Real Zaragoza a primeros del mes de mayo, caía lesionado Íñigo Eguaras.
El navarro sufría una rotura de fibras. No muy grave pero tremendamente inoportuna. Resultado: tres semanas de baja. Este fin de semana, Eguaras ha recibido el alta médica, que ya sabemos es el primer paso antes del regreso a la rutina de entrenos.
Si todo va bien, el centrocampista se unirá a sus compañeros dentro de tres o cuatro días una vez tenga el visto bueno de los readaptadores del club.
Su presencia en el regreso liguero ante el Alcorcón es muy probable.