El Ayuntamiento inicia un protocolo para garantizar la calidad del aire y la ventilación en los colegios de la ciudad

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El Área de Urbanismo y Equipamientos ha emprendido un programa para desarrollar y aplicar en cada centro educativo público de Infantil y Primaria, cuyo mantenimiento depende del Ayuntamiento de Zaragoza, un protocolo propio, adaptado a sus instalaciones, para conseguir las condiciones de ventilación, confort térmico y ahorro de energía más óptimas a partir de la medida de concentración de CO2.

Para ello se distribuirán en los colegios de la ciudad sensores de CO2 y temperatura, se formará a los equipos educativos y de mantenimiento, y se analizarán, registrarán y estudiarán los datos para terminar en un protocolo particular para cada equipamiento. Para ello se contará con la colaboración del Laboratorio de Investigación en Fluidodinámica y Tecnologías de la Combustión (LIFTEC, Centro Mixto de la Universidad de Zaragoza y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC).  «Nuestro compromiso con la educación pública es firme y no vamos a escatimar recursos y esfuerzos para garantizar la seguridad y prevención frente a la Covid-19 de los niños, profesores y personal relacionado con los colegios», ha aseverado el consejero de Urbanismo y Equipamientos, Víctor Serrano. «Tenemos que combinar la prevención frente al virus, los sistemas de ventilación, el ahorro energético y el cuidado del medioambiente, con las máximas garantías de confortabilidad para nuestros niños y comunidad educativa», ha apuntado Serrano.

Se pueden conseguir buenas condiciones de ventilación con aperturas parciales de las ventanas y estas deberán ajustarse en función de las características de cada aula y de las condiciones meteorológicas de cada momento. Por ello, desde el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza se van a facilitar a los centros docentes analizadores de CO2. Se utilizará el sensor o sensores disponibles en cada colegio para verificar el nivel de CO2 en cada aula y ajustar adecuadamente la ventilación. Con este fin, deberá establecerse una rutina para ir rotando los equipos entre las distintas aulas del centro. En plantillas específicas se registrarán las mediciones, para poder conocer el comportamiento en cada aula.


De esta manera, tras un periodo inicial de caracterización, se podrá ajustar con relativa facilidad la ventilación más adecuada en cada momento. Se asignará un responsable en cada centro, quien conocerá las pautas para el manejo del sensor y la puesta en marcha del protocolo de ventilación. Esta persona contará con el asesoramiento continuo de los servicios de Arquitectura, y de LIFTEC y grupo Aireamos, para la instalación y uso del sensor, el ajuste de ventanas, etc. Además, se han generado guías y recursos formativos que facilitarán la familiarización y uso de estos equipos.

La ventilación natural está considerada una de las maneras más efectivas de luchar contra la Covid-19 en las aulas, tal y como recomiendan la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), señalando que «el diseño y una planificación cuidadosa para aprender a manejar la calidad del aire interior en los centros educativos pueden mejorar el confort térmico, mejorando la salud, la resiliencia a Sars-Cov2 y el rendimiento de los estudiantes».


El objetivo final del Ayuntamiento de Zaragoza y el grupo de investigación de la Unizar es establecer un protocolo que, con el apoyo de la medida de CO2, facilite ajustar la apertura de ventanas que resulte más suficiente en cada momento para conseguir que la calidad del aire en el aula se encuentre dentro de los límites recomendados. «Consiguiendo controlar esta medida y vigilando que no alcance valores no deseables, podemos conseguir un ambiente sano en el interior del inmueble permitiendo mantener el confort térmico y ayudando con ello a la sostenibilidad medioambiental, al reducir el consumo para la climatización del aula», han detallado esta mañana.