El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy la nueva propuesta para reorganizar el transporte sanitario urgente en Aragón elaborada por el Servicio Aragonés de Salud. Dicha propuesta garantiza mejores equipamientos y tiempos de respuesta, más presencialidad de los recursos y mayor dotación de personal.
Este contrato pasará de 540 a 740 profesionales y de 45 ambulancias a 67, todas ellas de servicio vital básico, y la dotación económica del Ejecutivo se incrementará de 77 a 127 millones de euros durante los próximos cuatro años. Mientras, paralelamente, se diseña la incorporación de helicópteros al 112.
En cuanto a los vehículos previstos para la atención de la urgencia, en el nuevo modelo habrá únicamente dos tipos: Soporte Vital Básico (SVB), que cuenta con conductor y técnico y es activado en caso de traslado técnico; y Soporte Vital Avanzado (SVA), donde se incluyen las UME (médico, enfermero, conductor y técnico) y las UVI (conductor, médico y enfermero), y que se utilizan cuando se prevé una necesidad de asistencia sanitaria en ruta.
Tanto Lambán como la consejera de Sanidad, Sira Repollés, han puesto el acento en la mejora de la calidad del servicio y el esfuerzo presupuestario y en la dotación técnica. «Se cumple nuestro compromiso de eliminar brechas en la prestación de servicios, ya sea en el medio urbano o en el rural», ha indicado el presidente aragonés.