La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Aragón (UPA Aragón) denuncia los “posibles abusos” de los precios en origen de los productos aragoneses. Antes del estado de alarma, el cordero de 25 kilógramos “llegó casi a los ochenta euros sin IVA” mientras que ahora hay una variación de precios muy dispar, llegando a venderse el mismo producto “a menos de cincuenta euros. A otros ni siquiera se lo recogen de sus ganaderías”, han confirmado fuentes de UPA Aragón. No obstante, “sí hay cooperativas con conciencia que lo están vendiendo a más de 65 euros”.
Además, no solo el cierre de la hostelería y la crisis que se vive en España están perjudicando al sector ovino, pues las exportaciones “han caído considerablemente, considerándose anecdóticas” en comparación a las de años anteriores.
Si el “tapón”, como indican las fuentes, continuase, la opción sería buscar mecanismos de intervención por parte del Ministerio para una “retirada de carne”, y así “agilizar el mercado”.
De esta manera, UPA está monitorizando al detalle los movimientos de precios en origen de todos los productos agrícolas y ganaderos. Su objetivo es evitar cualquier tipo de especulación por parte de agentes de la cadena agroalimentaria que podrían “sentir la tentación de hundir ciertas cotizaciones de forma injustificada”.
UPA ha asegurado que está “vigilando los precios” para, en el caso de que se detecte especulación, denunciarlo ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) para que actúe “con contundencia”. El Ministerio de Agricultura debe redoblar sus esfuerzos de inspección, según esta organización agraria, para dar transparencia a la cadena y evitar distorsiones en la formación de precios.
Asimismo, UPA ha puesto de manifiesto que el real decreto que endurece la Ley de la cadena agroalimentaria ya está en vigor, y esta norma establece que ningún agricultor o ganadero debe percibir un precio por debajo de sus costes. “El estado de alarma no invalida que los productores percibamos un precio justo”, han señalado.
UPA ha negado también que pueda estar dándose desabastecimiento de ningún producto, por lo que tampoco tiene sentido que se hable de subir los precios a los consumidores.
La alimentación es uno de los pilares de la sociedad en el momento crítico que vivimos por la pandemia de COVID-19. UPA ha apelado a la “responsabilidad de los actores para mantener la estabilidad de la cadena agroalimentaria a todos los niveles”. “No es momento para especular”, han sentenciado.