El Real Zaragoza parece haber activado el interruptor de la esperanza. En uno de los estadios más exigentes de la categoría, Ipurúa, el conjunto de Rubén Sellés ha logrado su segunda victoria consecutiva, esta vez por 1-2 frente a la SD Eibar, en un duelo intenso, de ritmo alto y con una imagen competitiva del equipo blanquillo que comienza a consolidarse.
La jornada venía marcada por el cartel oficial publicado por la SD Eibar, donde aparecían destacados José Corpas y Yacine Qasmi, dos referentes ofensivos armeros. Sin embargo, sería otro protagonista inesperado el que se llevaría los focos: Sinan Bakis, quien anotó el tanto de la victoria a falta de menos de diez minutos para el final.
Reacción tras el golpe inicial
El encuentro no comenzó de la mejor forma para los zaragocistas. En el minuto 23, Peru Nolaskoain adelantaba al Eibar con un certero remate de cabeza tras un saque de esquina, apenas dos minutos después de que Jon Bautista fallara un penalti detenido por Esteban Andrada, que fue clave durante todo el choque.
Lejos de venirse abajo, el Zaragoza reaccionó con personalidad. En el 31’, Mario Soberón transformó un penalti cometido por mano de Cubero para devolver la igualdad al marcador. A partir de ahí, el encuentro entró en una fase de ida y vuelta donde ambos equipos generaron peligro, pero sin claridad.
Sellés mueve el banquillo y encuentra el gol
Rubén Sellés acertó de pleno en los cambios. En el 79’, dio entrada a Sinan Bakis y Toni Moya, quienes acabarían siendo protagonistas en la jugada del triunfo. Primero, Toni Moya asistió y luego Bakis, en el 82’, aprovechó un balón suelto para marcar a quemarropa y desatar la locura en el banquillo blanquillo.
El Zaragoza supo sufrir hasta el final, aguantando los embates de un Eibar volcado, que no logró encontrar el camino al empate pese a intentarlo por todos los medios.
Una inyección de confianza
Con esta victoria, el Real Zaragoza suma ya 15 puntos, igualando a Mirandés y SD Huesca en la tabla, aunque sigue ocupando el último lugar por diferencia de goles. No obstante, los signos de mejora en el juego y la actitud del equipo son incuestionables. Por segundo partido consecutivo, el Zaragoza ha mostrado una versión sólida, solidaria y eficaz.
“Esta victoria es un punto de inflexión”, dijo Sellés tras el choque, mientras la afición zaragocista desplazada a Eibar coreaba los nombres de sus jugadores. El gol de Soberón, la irrupción decisiva de Bakis, y la seriedad defensiva en los minutos finales refuerzan la idea de que algo ha cambiado.
