El Real Zaragoza arrastraba un problema en las últimas temporadas: el gol. Una complicación que parece haber sido superada esta campaña, al menos en su inicio, entre aquellos que permanecen en la plantilla y los nuevos refuerzos que llegaron en verano.
Frente a las seis dianas de Mario Soberón -que continúa lesionado- o los cuatro de Samed Bazdar, aparece en estos instantes un Iván Azón que ya suma cinco goles, uno más que el serbio. Todo comenzó en el partido ante el CD Tenerife, en un partido donde aprovechaba su oportunidad como revulsivo para anotar uno de los goles que suponía la victoria en el Heliodoro Rodríguez López.
Posteriormente, el premio de la titularidad llegaría para el canterano. Almería, Eldense y, en última instancia, el Granada, han sido sus últimas víctimas logrando anotar cinco goles en cinco partidos y solo quedándose sin anotar en la última derrota en La Romareda ante el Castellón. Esta vez, por partida doble, con un remate al segundo palo tras una prolongación de Bazdar de cabeza.
El ejemplo de cómo Iván Azón ha conseguido cambiar el rol con el que inició la temporada (el de revulsivo) para ser ahora uno de los principales recursos de ataque para Víctor Fernández.