Enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas se han concentrado hoy en los hospitales públicos de Zaragoza, Huesca y Teruel para lanzar un mensaje claro y contundente a las administraciones y partidos políticos. “No solo están enfermas las personas que necesitan atención y cuidados en estos centros, también nuestra sanidad pública y su pronóstico es muy grave porque no se quieren destinar los medios y profesionales necesarios”.
Como ya ocurrió el pasado 10 de febrero en los centros de salud, los profesionales de Enfermería y Fisioterapia han salido hoy a las puertas de sus respectivos hospitales, convocados por el Sindicato de Enfermería, SATSE, para denunciar el “gran engaño” que han sufrido todos ellos y ellas y también el conjunto de la sociedad, por parte de unas administraciones públicas y partidos políticos que “alzaron su manos para aplaudir a nuestra sanidad pública durante lo más duro de la pandemia y ahora las tienen escondidas en los bolsillos y con una clara actitud de brazos caídos”.
En las concentraciones se ha denunciado que no hay ni recursos, ni medios ni profesionales suficientes en los cerca de 350 hospitales públicos que hay en nuestro país, de los cuales 11 pertenecen a Aragón, lo que genera numerosos problemas y deficiencias que impiden poder ofrecer una atención sanitaria y unos cuidados de calidad a toda la ciudadanía.
Esperas de semanas y meses para ser atendido en una consulta, realizarse una prueba diagnóstica o ser intervenido, saturación y situaciones de colapso en servicios especialmente sensibles, como las Urgencias, camas en pasillos o cerradas en verano… son algunas de las lamentables consecuencias de la falta de interés de administraciones y partidos políticos por reforzar y mejorar la sanidad pública de nuestro país.
Una inaceptable realidad que viven y sufren diariamente las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas que trabajan en los hospitales y que también repercute gravemente en su salud física, psicológica y emocional, al estar en una permanente situación de sobrecarga, saturación y tensión asistencial que les imposibilita realizar su labor asistencial y de cuidados como les gustaría.
“¿Cómo vamos a poder atender y cuidar en óptimas condiciones si somos un profesional para hasta 25 y 30 pacientes ingresados en una hospital?, se preguntaban las enfermeras y enfermeros concentrados, recordando que todos los estudios científicos nacionales e internacionales conocidos concluyen que la ratio segura es la de 6-8 pacientes por cada enfermera o enfermero en una planta de hospital.
Profesionales sanitarios que, además de tener contratos precarios y temporales en muchos casos, desarrollan su labor asistencial y de cuidados a turnos, de noche y durante los domingos y festivos, con los consiguientes problemas a la hora de conciliar su vida laboral con la personal y familiar. Por ejemplo, una enfermera puede llegar a trabajar hasta 15 noches en un mes con jornadas de diez y doce horas seguidas o realizar más de 40.000 horas de trabajo nocturno a lo largo de su vida laboral.