El 10 de agosto, los bomberos dieron por concluida su intervención en la fábrica de Productos QP en Utebo. El incendio, que comenzó la madrugada del 5 de agosto, fue sofocado exitosamente. A pesar de la extinción del fuego, el Gobierno de Aragón mantuvo activo el Plan de Emergencia para asegurar que el riesgo hacia el exterior estuviera neutralizado.
El incendio involucró cloro, un material que reacciona peligrosamente al contacto con el agua. Por ello, tras estabilizar el material restante en la planta, era crucial protegerlo contra posibles lluvias. Jorge Crespo, jefe de servicio de Seguridad y Protección Civil, explicó que en la primera fase se centraron en detener la combustión y limitar la nube tóxica. Los bomberos se encargaron de la extinción, mientras Protección Civil seguía la nube tóxica y adoptaba medidas para proteger a la población.
Una vez completada la intervención activa de los bomberos, la emergencia pasó a la denominada ‘fase fría’. Esta fase incluyó la estabilización del material aún a altas temperaturas y la protección contra las precipitaciones. La empresa trabajó intensamente con todos los recursos disponibles para garantizar que el plan de contingencia se ejecutara completamente.
El último hito crítico se esperaba el martes, con precipitaciones abundantes. Al verificar que las lluvias no afectaron la planta, se determinó que la emergencia estaba desactivada. A partir de ahora, la empresa se encargará de la retirada progresiva del material.
Jorge Crespo destacó la complejidad de la emergencia y agradeció el esfuerzo de los bomberos de Zaragoza, así como la colaboración de la empresa. También alabó la actuación de la Guardia Civil, Policía Local de Utebo y los voluntarios de Protección Civil. La coordinación y el asesoramiento técnico del Grupo Guiar de la Universidad de Zaragoza fueron esenciales durante toda la operación.